Sus palabras apuntan al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien toma una medida unilateral tras otra. Primero, nuevos aranceles. Luego, nuevas sanciones contra Irán. Los daños colaterales a los aliados occidentales no le parecen importar mucho.
Las consecuencias de su decisión de abandonar el acuerdo nuclear, en todo caso, son enormes y se teme un efecto dominó.
¿Por qué las sanciones de Estados Unidos pueden afectar también a empresas europeas?
"Según interpretamos las sanciones, no están protegidos los negocios anteriores (a la reimplementación de las sanciones)", dijo el vicedirector ejecutivo de la Cámara Alemana de Industria y Comercio (DIHK), Volker Treier. Eso quiere decir que ni siquiera los negocios ya existentes, como por ejemplo la construcción de una fábrica de máquinas, pueden continuarse. Tras la promulgación de las sanciones, hay un plazo de un máximo de 180 días para concluir todos los negocios. Si no, la empresa puede ser penada en sus operaciones en Estados Unidos y/o las empresas estadounidenses deben poner fin a sus actividades con esa empresa. A pesar de que las compañías realizan sus negocios de acuerdo a la ley europea, así los alcanza el largo brazo de las sanciones estadounidenses a través de las fronteras.
¿Pueden hacer algo en contra los Gobiernos europeos?
No. El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, dijo por ejemplo que no hay ninguna posibilidad jurídica de proteger o de excluir a empresas alemanas de las medidas estadounidenses. "Es una enorme espada de Damocles", sostuvo Treier de la DIHK.
¿Qué dimensión tienen los negocios con Irán hasta ahora?
El acuerdo entró en vigor a principios de 2016. Como contrapartida a la renuncia por parte de Irán a parte de su programa atómico, se levantaron en gran parte las sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea contra Irán. El fabricante de aviones europeo Airbus, por ejemplo, cerró a fines de 2016 con Iran Air un pedido de 98 aviones de transporte, dijo un portavoz. La compañía tiene aún pendiente de entrega 97. Airbus está estudiando si este negocio está amenazado. En el caso de Alemania, la principal potencia económica de Europea, las exportaciones al país islámico aumentaron de 2.900 millones de euros en 2016 a 3.400 millones en 2017, según la asociación de comercio exterior BGA. Se trata sobre todo de máquinas, químicos, aparatos para el procesamiento de datos, automóviles y autopartes. Pero en general el nivel se mantuvo limitado, en parte porque para las empresas hay un obstáculo.
¿Cuál es el mayor obstáculo?
La financiación y la protección de los negocios. Todo transcurrió más lento de lo esperado, porque en un principio aún seguía vigente parte de las sanciones de Estados Unidos, relacionadas con el sector financiero. "Eso dificultó enormemente la financiación", explica Friedolin Strack de la Federación Industrial Alemana (BDI). El riesgo de verse afectados por las sanciones estadounidenses hizo que los bancos frenaran varias iniciativas. Se espera que eso continúe así.
¿Por qué los bancos tienen un papel clave en los negocios en Irán?
Sin el acompañamiento de bancos internacionales, grandes inversiones como un proyecto del grupo químico BASF o la venta de jets de Airbus no se pueden realizar. Pero ningún banco grande se puede arriesgar a quedar excluido del mercado estadounidense. En el anterior boicot a Irán, el Commerzbank alemán y el francés BNP Paribas sintieron en carne propia la efectividad de las sanciones y tuvieron que pagar multas multimillonarias a las autoridades estadounidenses.
O sea, ¿mucho revuelo por casi nada?
Puede verse así. Había grandes planes. Está el ejemplo de Volskwagen: Durante más de 17 años el fabricante de automóviles estuvo alejado de Irán. Ahora una alianza con el importador local Mammut Khodro iba a llevar a la marca de regreso al país. Estaba todo listo en los papeles, pero en la práctica el avance era lento.
¿Ya existen casos similares?
Sí, las sanciones impuestas por Estados Unidos en abril a oligarcas rusos con vínculos con el Kremlin, como Oleg Deripaska. Según la Cámara de Comercio Germano-Rusa (AHK) sólo por los nuevos negocios que no se realizarán se esperan pérdidas por varios cientos de millones de euros. En la lista de Estados Unidos hay empresas con las que la economía alemana trabaja estrechamente: el fabricante de coches Gatz, el grupo energético Gazprom, el fabricante de aluminio Rusal o el consorcio mixto Renova. Debido a las medidas unilaterales de Estados Unidos, la economía alemana espera ahora un nuevo acercamiento a Rusia. El ministro Altmaier y la canciller Merkel viajan para allá la semana que viene.
¿Existe el riesgo de un efecto dominó?
Comenzó con aranceles sobre lavarropas y módulos solares de China, luego sobre el acero y el aluminio. Luego, se impusieron nuevas sanciones contra Rusia. Ahora, se reimplementaron sanciones contra Irán. Las empresas están inseguras. Quien negocia a nivel mundial necesita reglas confiables. Pero Trump sabe lo que hace. La DIHK calcula que habrá un aumento del cuatro por ciento en la economía mundial este año. Las empresas alemanas emplean a 7,4 millones de personas en el exterior. En 2018 está previsto que surjan 200.000 empleos adicionales, 40.000 de ellos en Estados Unidos. Y es que mientras Trump torpedea los negocios con países como Irán, China y Rusia a través de sanciones y aranceles, puede contar con gran seguridad con un impulso en su propio país gracias, entre otras cosas, a una reforma impositiva.
Las consecuencias de su decisión de abandonar el acuerdo nuclear, en todo caso, son enormes y se teme un efecto dominó.
¿Por qué las sanciones de Estados Unidos pueden afectar también a empresas europeas?
"Según interpretamos las sanciones, no están protegidos los negocios anteriores (a la reimplementación de las sanciones)", dijo el vicedirector ejecutivo de la Cámara Alemana de Industria y Comercio (DIHK), Volker Treier. Eso quiere decir que ni siquiera los negocios ya existentes, como por ejemplo la construcción de una fábrica de máquinas, pueden continuarse. Tras la promulgación de las sanciones, hay un plazo de un máximo de 180 días para concluir todos los negocios. Si no, la empresa puede ser penada en sus operaciones en Estados Unidos y/o las empresas estadounidenses deben poner fin a sus actividades con esa empresa. A pesar de que las compañías realizan sus negocios de acuerdo a la ley europea, así los alcanza el largo brazo de las sanciones estadounidenses a través de las fronteras.
¿Pueden hacer algo en contra los Gobiernos europeos?
No. El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, dijo por ejemplo que no hay ninguna posibilidad jurídica de proteger o de excluir a empresas alemanas de las medidas estadounidenses. "Es una enorme espada de Damocles", sostuvo Treier de la DIHK.
¿Qué dimensión tienen los negocios con Irán hasta ahora?
El acuerdo entró en vigor a principios de 2016. Como contrapartida a la renuncia por parte de Irán a parte de su programa atómico, se levantaron en gran parte las sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea contra Irán. El fabricante de aviones europeo Airbus, por ejemplo, cerró a fines de 2016 con Iran Air un pedido de 98 aviones de transporte, dijo un portavoz. La compañía tiene aún pendiente de entrega 97. Airbus está estudiando si este negocio está amenazado. En el caso de Alemania, la principal potencia económica de Europea, las exportaciones al país islámico aumentaron de 2.900 millones de euros en 2016 a 3.400 millones en 2017, según la asociación de comercio exterior BGA. Se trata sobre todo de máquinas, químicos, aparatos para el procesamiento de datos, automóviles y autopartes. Pero en general el nivel se mantuvo limitado, en parte porque para las empresas hay un obstáculo.
¿Cuál es el mayor obstáculo?
La financiación y la protección de los negocios. Todo transcurrió más lento de lo esperado, porque en un principio aún seguía vigente parte de las sanciones de Estados Unidos, relacionadas con el sector financiero. "Eso dificultó enormemente la financiación", explica Friedolin Strack de la Federación Industrial Alemana (BDI). El riesgo de verse afectados por las sanciones estadounidenses hizo que los bancos frenaran varias iniciativas. Se espera que eso continúe así.
¿Por qué los bancos tienen un papel clave en los negocios en Irán?
Sin el acompañamiento de bancos internacionales, grandes inversiones como un proyecto del grupo químico BASF o la venta de jets de Airbus no se pueden realizar. Pero ningún banco grande se puede arriesgar a quedar excluido del mercado estadounidense. En el anterior boicot a Irán, el Commerzbank alemán y el francés BNP Paribas sintieron en carne propia la efectividad de las sanciones y tuvieron que pagar multas multimillonarias a las autoridades estadounidenses.
O sea, ¿mucho revuelo por casi nada?
Puede verse así. Había grandes planes. Está el ejemplo de Volskwagen: Durante más de 17 años el fabricante de automóviles estuvo alejado de Irán. Ahora una alianza con el importador local Mammut Khodro iba a llevar a la marca de regreso al país. Estaba todo listo en los papeles, pero en la práctica el avance era lento.
¿Ya existen casos similares?
Sí, las sanciones impuestas por Estados Unidos en abril a oligarcas rusos con vínculos con el Kremlin, como Oleg Deripaska. Según la Cámara de Comercio Germano-Rusa (AHK) sólo por los nuevos negocios que no se realizarán se esperan pérdidas por varios cientos de millones de euros. En la lista de Estados Unidos hay empresas con las que la economía alemana trabaja estrechamente: el fabricante de coches Gatz, el grupo energético Gazprom, el fabricante de aluminio Rusal o el consorcio mixto Renova. Debido a las medidas unilaterales de Estados Unidos, la economía alemana espera ahora un nuevo acercamiento a Rusia. El ministro Altmaier y la canciller Merkel viajan para allá la semana que viene.
¿Existe el riesgo de un efecto dominó?
Comenzó con aranceles sobre lavarropas y módulos solares de China, luego sobre el acero y el aluminio. Luego, se impusieron nuevas sanciones contra Rusia. Ahora, se reimplementaron sanciones contra Irán. Las empresas están inseguras. Quien negocia a nivel mundial necesita reglas confiables. Pero Trump sabe lo que hace. La DIHK calcula que habrá un aumento del cuatro por ciento en la economía mundial este año. Las empresas alemanas emplean a 7,4 millones de personas en el exterior. En 2018 está previsto que surjan 200.000 empleos adicionales, 40.000 de ellos en Estados Unidos. Y es que mientras Trump torpedea los negocios con países como Irán, China y Rusia a través de sanciones y aranceles, puede contar con gran seguridad con un impulso en su propio país gracias, entre otras cosas, a una reforma impositiva.