"Paro general, paro general", gritaron los manifestantes, estimados en unos 300.000, que se concentraron en la histórica Plaza de Mayo de la capital argentina al culminar la llamada "marcha federal" con la consigna "Por Pan y Trabajo".
La protesta fue protagonizada por militantes de organizaciones sociales, políticas y sindicatos opositores a Macri que partieron el lunes desde las ciudades de La Quiaca (provincia de Jujuy), Ushuaia (Tierra del Fuego), La Rioja (La Rioja), Posadas (Misiones) y San Carlos de Bariloche (Río Negro), todas situadas a más de 1.200 kilómetros de Buenos Aires.
"Va a haber un paro (huelga) general. Calculo que será para este mes", aventuró el sindicalista Juan Carlos Schmid, uno de los tres jefes que tiene la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera del país.
Al respecto, Roberto Baradel, dirigente sindical de los docentes de la provincia de Buenos Aires, llamó a sus colegas a "construir la unidad necesaria para tener una central gremial que represente a toda la clase trabajadora".
La "marcha federal" reclamó la aprobación parlamentaria de cinco proyectos en favor de los más pobres de Argentina: emergencia alimentaria, acceso a la tierra, agricultura familiar, infraestructura social, ley de adicciones e integración urbana.
Además, expresó su oposición a la negociación que Macri inició semanas atrás con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el alza sostenido de las tarifas de los servicios públicos, que a criterio de los manifestantes agravarán la situación social en el país.
"El Gobierno tiene que tomar nota de esta protesta. Las marchas son cada vez más multitudinarias porque este modelo económico está perjudicando a millones de argentinos", afirmó Pablo Moyano, jefe del poderoso sindicato de Camioneros.
De la manifestación también participaron la referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
"Necesitamos que nuestros chicos (niños) coman. Las soluciones a los problemas no pueden pasar por el FMI", opinó Daniel Menéndez, líder de la organización social Barrios de Pie.
La movilización coincidió hoy con un nuevo incremento de 11 por ciento de las tarifas del transporte público en el Área Metropolitana, el territorio que abarca a Buenos Aires y sus suburbios.
Además, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció que por dos años quedará suspendido el ingreso de trabajadores a la Administración Pública, excepto a las universidades, al servicio exterior y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
La medida, junto a otras de ese tipo, procurará reducir el gasto del Estado en unos 20.000 millones de pesos (800 millones de dólares) anuales, indicó Dujovne ante la prensa.
La protesta fue protagonizada por militantes de organizaciones sociales, políticas y sindicatos opositores a Macri que partieron el lunes desde las ciudades de La Quiaca (provincia de Jujuy), Ushuaia (Tierra del Fuego), La Rioja (La Rioja), Posadas (Misiones) y San Carlos de Bariloche (Río Negro), todas situadas a más de 1.200 kilómetros de Buenos Aires.
"Va a haber un paro (huelga) general. Calculo que será para este mes", aventuró el sindicalista Juan Carlos Schmid, uno de los tres jefes que tiene la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera del país.
Al respecto, Roberto Baradel, dirigente sindical de los docentes de la provincia de Buenos Aires, llamó a sus colegas a "construir la unidad necesaria para tener una central gremial que represente a toda la clase trabajadora".
La "marcha federal" reclamó la aprobación parlamentaria de cinco proyectos en favor de los más pobres de Argentina: emergencia alimentaria, acceso a la tierra, agricultura familiar, infraestructura social, ley de adicciones e integración urbana.
Además, expresó su oposición a la negociación que Macri inició semanas atrás con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el alza sostenido de las tarifas de los servicios públicos, que a criterio de los manifestantes agravarán la situación social en el país.
"El Gobierno tiene que tomar nota de esta protesta. Las marchas son cada vez más multitudinarias porque este modelo económico está perjudicando a millones de argentinos", afirmó Pablo Moyano, jefe del poderoso sindicato de Camioneros.
De la manifestación también participaron la referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
"Necesitamos que nuestros chicos (niños) coman. Las soluciones a los problemas no pueden pasar por el FMI", opinó Daniel Menéndez, líder de la organización social Barrios de Pie.
La movilización coincidió hoy con un nuevo incremento de 11 por ciento de las tarifas del transporte público en el Área Metropolitana, el territorio que abarca a Buenos Aires y sus suburbios.
Además, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció que por dos años quedará suspendido el ingreso de trabajadores a la Administración Pública, excepto a las universidades, al servicio exterior y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
La medida, junto a otras de ese tipo, procurará reducir el gasto del Estado en unos 20.000 millones de pesos (800 millones de dólares) anuales, indicó Dujovne ante la prensa.