"Un hombre de 19 años fue detenido poco después de las 22H39 (21H39 GMT) y se encuentra detenido en el hospital. Las primeras indicaciones sugieren que la salud mental tendría un papel significativo en este caso", declaró la mañana del jueves Mark Rowley, comisario adjunto de la policía metropolitana de Londres.
Según la policía, seis personas sufrieron heridas en el ataque y una de ellas, una mujer sexagenaria, falleció poco después de la llegada de los auxilios.
El autor del ataque, cometido en la céntrica Russell Square poco antes de las 22H30 (21H30 GMT), fue detenido con ayuda de una Taser, una pistola de descargas eléctricas.
Según Rowley, ninguna pista estaba excluida, tampoco la pista terrorista evocada con anterioridad por la policía londinense. El responsable anunció una "presencia mayor" en las calles de Londres.
"La pista terrorista es una de las posibilidades estudiadas en este momento", precisó un comunicado de la policía londinense.
Hasta el momento no se precisaron el estado de los heridos -cuatro hombres y una mujer- ni la naturaleza de las lesiones.
Preguntada por teléfono por los elementos conducentes a contemplar la posibilidad de un ataque terrorista, una portavoz de Scotland Yard declinó hacer comentarios.
La policía de Londres indicó que fue avisada a las 22H33 (21H33 GMT) del ataque con cuchillo. "Un hombre fue detenido a las 22H39 después de que un policía hiciera uso de una Taser" o pistola de descargas eléctricas, precisó el comunicado.
La policía acordonó el escenario del ataque, situado no lejos del Museo Británico, constató una periodista de la AFP.
La policía científica levantó una carpa cerca del parque de Russell Square mientras empezaban a llegar los medios.
"Estaba comprándome una cerveza cuando oí gritar a una mujer que perseguía a un hombre. Pensé que se trataba de un robo de bolso, pasaba gente. Corrió calle arriba al menos 50 metros, no estaba herida", contó a la AFP Xavery Richert, de 22 años.
"Salí a fumar un cigarrillo, me giré para mirar, estaban los bomberos, la policía, y luego vi el cuerpo cubierto con una sábana. Sólo se le veían los pies, que sobrepasaban", detalló el turista francés, alojado en el albergue juvenil de Russell Square.
"La zona es segura y de ordinario muy tranquila, sobre todo de noche. ¿Por qué cometería nadie un ataque en un barrio como éste?", se preguntaba Constantine Somerville, un vecino que salió de casa cuando llegaron los primeros auxilios.
El jefe de la policía de Londres, sir Bernard Hogan-Howe, advirtió el domingo contra la eventualidad de un ataque terrorista en el Reino Unido. No se trata de saber "si", sino "cuándo" se producirá el ataque, dijo.
"En tanto que encargado de prevenir tales ataques, sé que les gustaría que los tranquilizara. Pero mucho me temo que no podré hacerlo del todo", añadió en respuesta a los temores expresados después de los ataques terroristas en Francia y Alemania.
"Nuestro nivel de amenaza está en 'severo' desde hace dos años. Así va a seguir. Esto significa que un ataque es altamente probable. Podemos decir que se trata de saber cuándo, no si" se producirá, agregó.
El nivel de amenaza terrorista fue aumentado de 4 en una escala de 5 en agosto de 2014 en el Reino Unido, lo que significa que un atentado se considera "altamente probable".
En diciembre de 2015, después de los atentados de París el mes anterior (130 muertos), la policía metropolitana de Londres anunció que iba a equipar a más agentes con armas de mano y semiautomáticas, así como con pistolas Taser.
Un hombre declarado culpable de intento de homicidio por decapitación en el metro londinense en diciembre de 2015, ataque calificado como "terrorista" por las autoridades, fue condenado a cadena perpetua.
Dicho intento de decapitación fue inspirado por el ataque mortal contra el soldado Lee Rigby en 2013, último ataque terrorista mortífero en el Reino Unido.
Lee Rigby, de 25 años, murió por arma blanca víctima de dos hombres, cerca de un cuartel militar del sureste de Londres. Según testigos, los dos agresores habían animado a los transeúntes. Según testigos, los dos agresores habían animando a los presentes a filmar la escena cuando se cebaban con el cuerpo de su víctima a los gritos de "Alá es grande", antes de ser detenidos.
El 7 de julio de 2005, cuatro atentados suicidas coordinados en hora punta en tres convoyes de metros y un autobús londinenses dejaron 56 muertos y 700 heridos. Estos ataques fueron reivindicados por un grupo que se reclamaba de Al Qaida.
Según la policía, seis personas sufrieron heridas en el ataque y una de ellas, una mujer sexagenaria, falleció poco después de la llegada de los auxilios.
El autor del ataque, cometido en la céntrica Russell Square poco antes de las 22H30 (21H30 GMT), fue detenido con ayuda de una Taser, una pistola de descargas eléctricas.
Según Rowley, ninguna pista estaba excluida, tampoco la pista terrorista evocada con anterioridad por la policía londinense. El responsable anunció una "presencia mayor" en las calles de Londres.
"La pista terrorista es una de las posibilidades estudiadas en este momento", precisó un comunicado de la policía londinense.
Hasta el momento no se precisaron el estado de los heridos -cuatro hombres y una mujer- ni la naturaleza de las lesiones.
Preguntada por teléfono por los elementos conducentes a contemplar la posibilidad de un ataque terrorista, una portavoz de Scotland Yard declinó hacer comentarios.
La policía de Londres indicó que fue avisada a las 22H33 (21H33 GMT) del ataque con cuchillo. "Un hombre fue detenido a las 22H39 después de que un policía hiciera uso de una Taser" o pistola de descargas eléctricas, precisó el comunicado.
La policía acordonó el escenario del ataque, situado no lejos del Museo Británico, constató una periodista de la AFP.
La policía científica levantó una carpa cerca del parque de Russell Square mientras empezaban a llegar los medios.
"Estaba comprándome una cerveza cuando oí gritar a una mujer que perseguía a un hombre. Pensé que se trataba de un robo de bolso, pasaba gente. Corrió calle arriba al menos 50 metros, no estaba herida", contó a la AFP Xavery Richert, de 22 años.
"Salí a fumar un cigarrillo, me giré para mirar, estaban los bomberos, la policía, y luego vi el cuerpo cubierto con una sábana. Sólo se le veían los pies, que sobrepasaban", detalló el turista francés, alojado en el albergue juvenil de Russell Square.
"La zona es segura y de ordinario muy tranquila, sobre todo de noche. ¿Por qué cometería nadie un ataque en un barrio como éste?", se preguntaba Constantine Somerville, un vecino que salió de casa cuando llegaron los primeros auxilios.
- 'Ataque altamente probable' -
El jefe de la policía de Londres, sir Bernard Hogan-Howe, advirtió el domingo contra la eventualidad de un ataque terrorista en el Reino Unido. No se trata de saber "si", sino "cuándo" se producirá el ataque, dijo.
"En tanto que encargado de prevenir tales ataques, sé que les gustaría que los tranquilizara. Pero mucho me temo que no podré hacerlo del todo", añadió en respuesta a los temores expresados después de los ataques terroristas en Francia y Alemania.
"Nuestro nivel de amenaza está en 'severo' desde hace dos años. Así va a seguir. Esto significa que un ataque es altamente probable. Podemos decir que se trata de saber cuándo, no si" se producirá, agregó.
El nivel de amenaza terrorista fue aumentado de 4 en una escala de 5 en agosto de 2014 en el Reino Unido, lo que significa que un atentado se considera "altamente probable".
En diciembre de 2015, después de los atentados de París el mes anterior (130 muertos), la policía metropolitana de Londres anunció que iba a equipar a más agentes con armas de mano y semiautomáticas, así como con pistolas Taser.
Un hombre declarado culpable de intento de homicidio por decapitación en el metro londinense en diciembre de 2015, ataque calificado como "terrorista" por las autoridades, fue condenado a cadena perpetua.
Dicho intento de decapitación fue inspirado por el ataque mortal contra el soldado Lee Rigby en 2013, último ataque terrorista mortífero en el Reino Unido.
Lee Rigby, de 25 años, murió por arma blanca víctima de dos hombres, cerca de un cuartel militar del sureste de Londres. Según testigos, los dos agresores habían animado a los transeúntes. Según testigos, los dos agresores habían animando a los presentes a filmar la escena cuando se cebaban con el cuerpo de su víctima a los gritos de "Alá es grande", antes de ser detenidos.
El 7 de julio de 2005, cuatro atentados suicidas coordinados en hora punta en tres convoyes de metros y un autobús londinenses dejaron 56 muertos y 700 heridos. Estos ataques fueron reivindicados por un grupo que se reclamaba de Al Qaida.