"Una noche", los sueños de emigración de los cubanos de la ficción a la realidad


LOS ANGELES. - Cuando inició el rodaje de "Una noche", película impactante sobre los sueños de emigración de los jóvenes cubanos, la cineasta británica Lucy Mulloy estuvo lejos de imaginar que los actores de la película aprovecharían la ocasión para abandonar la isla.



"Una noche", los sueños de emigración de los cubanos de la ficción a la realidad
Después de haber recorrido varios festivales prestigiosos -- Berlin, Deauville, Tribeca -- esta coproducción de Estados Unidos, Gran Bretaña y Cuba se estrena el viernes en las pantallas norteamericanas.
Con una energía formidable y una destacable fuerza documental, la película narra los últimos días de tres jóvenes cubanos en La Habana: un cocinero, su hermana y su amigo. Los tres se disponen a embarcarse en una precaria balsa para recorrer, arriesgando su vida, los 150 kilómetros que separan Cuba de Estados Unidos.
En abril de 2012 la película fue seleccionada en el Festival de Cine Independiente de Tribeca en Nueva York y sus tres actores principales consiguieron un visado para Estados Unidos. Dos de ellos, Javier Nuñez Florian y Anailin de la Rua de la Torre (pareja en la vida real y hermanos en el film) se volatilizaron en el aeropuerto de Miami.
Nunca tomaron el vuelo previsto para Nueva York y no asistieron al estreno, pero dieron señales de vida por teléfono cuando supieron que Javier había ganado el premio de interpretación masculina del festival.
"Me dijeron que lo habían planificado antes de salir" de La Habana, explica Lucy Mulloy a la AFP. "Ahora viven en Las Vegas, cerca del hermano de Javier. Y Anailin está embarazada. Están esperando gemelos".
La directora de cine y sus actores lograron reencontrarse esta semana en Miami para la última jornada de promoción.
"Las cuatro personas (de la película) que habían venido de Cuba se han quedado en Estados Unidos y sus vidas son ahora completamente diferentes", declara la directora. "Resulta extraño pensar que esta película cambió sus vidas. Espero que estén contentos con las decisiones que han tomado".
Ninguno de los actores principales se había puesto antes delante de una cámara. "Al principio busqué actores profesionales pero eran demasiado teatrales y poco auténticos", declara la británica. "Quería gente que no actuase, que viviera su papel y lo sintiera", dice.
La película se beneficia ampliamente de esa "autenticidad" en los personajes, los lugares de rodaje o las situaciones, filmadas con una precisión digna de un documental. El proceso se ve facilitado por la ligereza del rodaje y su agilidad.
"Eramos un equipo pequeño, muy discreto. No llamábamos mucho la atención cuando filmábamos la película", explica la directora de cine.
"Algunos afirman que doy una imagen negativa de Cuba pero mi intención no era hacer un retrato negativo o positivo de Cuba. Sólo mostré lo que vi", observa Lucy Mulloy. La británica mantiene una relación íntima con la isla, en la que vivió de manera intermitente durante más de diez años.
"Me sentí impulsada a hacer la película porque me quedé impactada por muchas cosas que vi. Fue una gran inspiración para mi", afirma, "tengo la sensación de que nadie había representado antes lo que viven los jóvenes cubanos".
Viernes, 23 de Agosto 2013
AFP (Agencia France-Presse)
           


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