Los científicos chinos intentaban por primera vez hacer regresar un dispositivo espacial, que debía resistir durante su viaje de vuelta las elevadísimas temperaturas provocadas por la fricción a su entrada en la atmósfera terrestre.
El dispositivo, sin nombre, aterrizó en la región china de Mongolia Interior (norte), tras penetrar a una velocidad de 11,2 kilómetros por segundo antes de disminuirla y posarse sin problemas, precisó la agencia oficial china, que añadió que la sonda tomó "fotos fantásticas" de la Tierra y de la Luna.
La sonda fue lanzada el viernes 24 de octubre desde la base espacial de Xichang, en la provincia de Sichuan (suroeste), y llegó a situarse a hasta 413.000 kilómetros de distancia de la Tierra.
La administración estatal de Ciencias, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional(SASTIND) había indicado la semana pasada que este dispositivo debía, durante su recorrido, poner a prueba la tecnología, que utilizará la misión Chang'e-5, prevista en 2017. El objetivo de esta misión es recoger muestras del suelo lunar.