Estos últimos días, las autoridades militares y políticas iraquíes no cesan de proclamar que la "victoria" para conquistar Mosul está al caer, lo que supondría un importante revés al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En el último sector que controlan en el casco antiguo de Mosul, devastada por los combates, los yihadistas siguen oponiendo una feroz resistencia, en muchos casos lanzando kamikazes, sobre todo mujeres, contra las fuerzas iraquíes.
Hasta 20.000 civiles podrían seguir bloqueados en el sector, declaró el jueves a la AFP Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU en Irak.
"Estimamos en este momento que podría haber unos 15.000 civiles, incluso 20.000, en los últimos reductos de la ciudad vieja", precisó.
Según ella, los civiles atrapados en esa zona corren "mucho peligro" y viven en condiciones "terribles", con escaseces de todo tipo.
Los civiles se encuentran atrapados "entre bombardeos y disparos. Los combatientes (de EI) les disparan si intentan irse", añadió.
Unos 700.000 civiles que huyeron de Mosul siguen desplazados, prosiguió esta responsable.
La reconquista de Mosul, último gran bastión urbano de los yihadistas en Irak, sería la mayor victoria de las tropas iraquíes contra EI desde el inicio de sus ofensivas, que han reducido de forma drástica los territorios que controlaba el grupo extremista.
Además, Mosul tiene un importante peso simbólico puesto que fue aquí donde el líder de la organización, Abu Bakr al Baghdadi, hizo su única aparición en julio de 2014.
Con el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, decenas de miles de miembros del ejército, unidades de élite antiterroristas y la policía federal iraquí lanzaron el 17 de octubre la batalla de Mosul.
El martes, el primer ministro Haider al Abadi felicitó por adelantado a las fuerzas de seguridad de su país "por haber logrado esta victoria importante en Mosul".
Los comandantes en el terreno afirman asimismo que el final de la batalla está a punto de llegar.
Las fuerzas iraquíes se encuentran actualmente a unos 200 metros del río Tigris, donde se hallan atrincherados los últimos yihadistas.
"Nuestros enemigos utilizan kamikazes a pie, sobre todo mujeres. También esperan en las casas y se hacen estallar o abren fuego cuando entramos", señaló a la AFP un comandante iraquí. "Es la única estrategia que les queda".
La pérdida de Mosul no implicaría sin embargo el fin de la guerra contra EI, que sigue controlando zonas de Irak y de la vecina Siria, entre ellos su bastión, Raqa, en el norte.
El jueves, combatientes kurdos sirios, respaldados por Estados Unidos, resistían a los ataques yihadistas en el centro histórico de Raqa, en el este de la ciudad, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Los yihadistas hacen estallar coches para frenar a sus adversarios, que se mueven entre un edificio y otro avanzando lentamente en dirección al centro de la ciudad", precisó el OSDH, señalando que EI todavía controlaba el 70% de Raqa.
Según está oenegé, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que lideran el ataque contra Raqa, recibieron una nueva remesa de armamentos estadounidenses (vehículos blindados, munición y armas).
El OSDH también señaló que los bombardeos de la coalición liderada por Washington mataron a 224 civiles, entre ellos 38 niños, en Raqa desde el 6 de junio, cuando la alianza kurda entró en la ciudad.
En el último sector que controlan en el casco antiguo de Mosul, devastada por los combates, los yihadistas siguen oponiendo una feroz resistencia, en muchos casos lanzando kamikazes, sobre todo mujeres, contra las fuerzas iraquíes.
Hasta 20.000 civiles podrían seguir bloqueados en el sector, declaró el jueves a la AFP Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU en Irak.
"Estimamos en este momento que podría haber unos 15.000 civiles, incluso 20.000, en los últimos reductos de la ciudad vieja", precisó.
- 'Mucho peligro' -
Según ella, los civiles atrapados en esa zona corren "mucho peligro" y viven en condiciones "terribles", con escaseces de todo tipo.
Los civiles se encuentran atrapados "entre bombardeos y disparos. Los combatientes (de EI) les disparan si intentan irse", añadió.
Unos 700.000 civiles que huyeron de Mosul siguen desplazados, prosiguió esta responsable.
La reconquista de Mosul, último gran bastión urbano de los yihadistas en Irak, sería la mayor victoria de las tropas iraquíes contra EI desde el inicio de sus ofensivas, que han reducido de forma drástica los territorios que controlaba el grupo extremista.
Además, Mosul tiene un importante peso simbólico puesto que fue aquí donde el líder de la organización, Abu Bakr al Baghdadi, hizo su única aparición en julio de 2014.
Con el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, decenas de miles de miembros del ejército, unidades de élite antiterroristas y la policía federal iraquí lanzaron el 17 de octubre la batalla de Mosul.
El martes, el primer ministro Haider al Abadi felicitó por adelantado a las fuerzas de seguridad de su país "por haber logrado esta victoria importante en Mosul".
Los comandantes en el terreno afirman asimismo que el final de la batalla está a punto de llegar.
- Refuerzos para Raqa -
Las fuerzas iraquíes se encuentran actualmente a unos 200 metros del río Tigris, donde se hallan atrincherados los últimos yihadistas.
"Nuestros enemigos utilizan kamikazes a pie, sobre todo mujeres. También esperan en las casas y se hacen estallar o abren fuego cuando entramos", señaló a la AFP un comandante iraquí. "Es la única estrategia que les queda".
La pérdida de Mosul no implicaría sin embargo el fin de la guerra contra EI, que sigue controlando zonas de Irak y de la vecina Siria, entre ellos su bastión, Raqa, en el norte.
El jueves, combatientes kurdos sirios, respaldados por Estados Unidos, resistían a los ataques yihadistas en el centro histórico de Raqa, en el este de la ciudad, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Los yihadistas hacen estallar coches para frenar a sus adversarios, que se mueven entre un edificio y otro avanzando lentamente en dirección al centro de la ciudad", precisó el OSDH, señalando que EI todavía controlaba el 70% de Raqa.
Según está oenegé, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que lideran el ataque contra Raqa, recibieron una nueva remesa de armamentos estadounidenses (vehículos blindados, munición y armas).
El OSDH también señaló que los bombardeos de la coalición liderada por Washington mataron a 224 civiles, entre ellos 38 niños, en Raqa desde el 6 de junio, cuando la alianza kurda entró en la ciudad.