En este día feriado en la región alemana de Baviera, los manifestantes desfilaron desde las 15H00 locales (13H00 GMT) en un ambiente tranquilo.
Según los organizadores, 40.000 personas participaron en la marcha, mientras que la policía local informó de unos 34.000 manifestantes.
La marcha, convocada por partidos opositores, organizaciones sindicales y asociaciones ecologistas, estaba encabezaba por una pancarta con el lema: "Parar el TTIP [tratado de libre comercio entre la UE y EEUU], salvar el clima, combatir la pobreza".
"Nadie en el mundo" necesita el tratado TTIP, dijo Klaus Ernst, portavoz adjunto del grupo parlamentario de Die Linke, para quien "únicamente las grandes empresas lo estiman necesario".
Los manifestantes pretendían hacer oír sus voces antes de que los dirigentes de los siete países más industrializados del planeta se encuentren en el castillo de Elmau (sur de Alemania) a partir del domingo.
En Garmisch-Partenkirchen, la ciudad más cercana a Elmau, entre 250 y 300 personas comenzaron a montar sus tiendas de campaña en un terreno prestado por un agricultor militante, que puede llegar a albergar hasta 1.000 personas, según el portavoz del colectivo "Stop G7", que agrupa asociaciones como Attac, sindicatos, organizaciones pacifistas y ambientales.
Un tribunal autorizó finalmente el martes la instalación de un campamento para manifestantes en esta ciudad, contradiciendo así la prohibición de las autoridades locales.
Sin embargo, algunos participantes se quejan de importantes controles policiales, que hacen difícil el acceso al lugar.
Según los organizadores, 40.000 personas participaron en la marcha, mientras que la policía local informó de unos 34.000 manifestantes.
La marcha, convocada por partidos opositores, organizaciones sindicales y asociaciones ecologistas, estaba encabezaba por una pancarta con el lema: "Parar el TTIP [tratado de libre comercio entre la UE y EEUU], salvar el clima, combatir la pobreza".
"Nadie en el mundo" necesita el tratado TTIP, dijo Klaus Ernst, portavoz adjunto del grupo parlamentario de Die Linke, para quien "únicamente las grandes empresas lo estiman necesario".
Los manifestantes pretendían hacer oír sus voces antes de que los dirigentes de los siete países más industrializados del planeta se encuentren en el castillo de Elmau (sur de Alemania) a partir del domingo.
En Garmisch-Partenkirchen, la ciudad más cercana a Elmau, entre 250 y 300 personas comenzaron a montar sus tiendas de campaña en un terreno prestado por un agricultor militante, que puede llegar a albergar hasta 1.000 personas, según el portavoz del colectivo "Stop G7", que agrupa asociaciones como Attac, sindicatos, organizaciones pacifistas y ambientales.
Un tribunal autorizó finalmente el martes la instalación de un campamento para manifestantes en esta ciudad, contradiciendo así la prohibición de las autoridades locales.
Sin embargo, algunos participantes se quejan de importantes controles policiales, que hacen difícil el acceso al lugar.