Videojuegos: Cuando el realismo supera la ficción


MADRID, JESÚS ROCAMORA. - Cuando despedimos el mediocre 2009, lo hicimos con una certeza: 2010 sería un gran año para los videojuegos. Empujadas por la crisis, las compañías movieron estratégicamente su artillería y desplazaron gran parte de sus lanzamientos para este 2010 que será recordado por su excelente cosecha, ajustada a unos tiempos en los que no caben los juegos de relleno.



Imagen del juego Assassin's Creed
Imagen del juego Assassin's Creed
Y también por dos hitos: la consolidación de los sensores de movimiento como parte del ocio doméstico y la llegada de los primeros fenómenos de masas a plataformas que no son consolas ni ordenadores, como el teléfono móvil y el omnipresente iPad de Apple.

Adiós al mando


Nintendo tenía razón: el jugador no quiere mandos. Hablamos del jugador ocasional, el que monta fiestas en casa y utiliza la consola como herramienta familiar y social, ya sea como karaoke, gimnasio o mascota virtual. Ese jugador que cada vez tiene mayor peso en los planes de márketing. Sony y Microsoft centraron sus esfuerzos en ofrecer una alternativa a Wii con sus propios sensores de movimiento. La primera ha puesto a la venta Move para PlayStation 3, que perfecciona la propuesta de la Wii con la incorporación de una cámara, lo que le permite jugar con la Realidad Aumentada, uno de los conceptos más interesantes de los últimos tiempos.
Pero ha sido Microsoft, con Kinect para Xbox 360, la que ha ido más lejos en ofrecer la posibilidad de interactuar con todo el cuerpo. Kinect debería llevarse el premio a la mejor tecnología del año. Se ha abierto a usos inimaginables por parte de los usuarios más creativos (hay que navegar por Internet para asombrarse ante su potencial). Y aunque su catálogo inicial, como el de Move, peque de conservador, ha ofrecido cosas nunca vistas. El mejor ejemplo: Dance Central, un juego de baile que ha dejado obsoleto a cualquier intento de la competencia de hacernos mover el esqueleto, incluido el del rey de las coreografías, Michael Jackson: The Experience.
Como cada año, hay cita obligatoria con las franquicias que dan dinero (FIFA, Pro Evolution Soccer, Call of Duty, Need for Speed, Assassin's Creed, Halo) y que reconcilian a esa industria del jugador ocasional con el jugón mas tradicional. En 2010, por fin, se han visto juegos largamente esperados, como los hiperrealistas Gran Turismo 5 y Heavy Rain, ambos exclusivos de PlayStation 3. Cercano a una película interactiva, este último apostó por el dramatismo y la interpretación virtual de actores sintéticos, y dejaba al jugador en el papel de director. Tambien Alan Wake (exclusivo de Xbox) ha buscado inspiración en el cine.
Red Dead Redemption y Mass Effect 2 son dos candidatos al mejor videojuego del año por lo bien que resumen en qué consiste hacérselo pasar bien al jugador en el siglo XXI: darle libertad para que decida cómo solucionar los retos y que no parezca lo de siempre. El primero se inspira en los westerns crepusculares y el segundo en las space opera. Fable III y Fallout New Vegas también hacen de las decisiones del jugador su motor, y se esfuerzan por llevar un género tan hardcore como el rol al público generalista. Aunque para hardcore, el PC, fortaleza del jugón tradicional, que este año ha visto saciadas sus necesidades con la terna Star Craft, Civilization V y el MMO más popular de la historia, World of Warcraft, que con Cataclysm busca nuevos nichos.
Pero pocos superventas aguantan el tirón como Super Mario, que este 2010 celebraba su 25 cumpleaños. Super Mario Galaxy 2 y un pack con los títulos clásicos del fontanero para Wii encabezan esa capacidad única de Nintendo para adaptar sus franquicias a los nuevos tiempos. Y una mención para una superproducción internacional hecha en España: Castlevania: Lords of Shadow. Bravo.

Indies, móviles y remakes


Mientras los trabajadores de todo el mundo tontean en su horario laboral con el Farmville de Facebook, el teléfono móvil y el iPad/iPhone se imponen como plataformas. El adictivo Plantas contra zombis ha sido una revelación tras su salto a Xbox 360 (a pesar de que se hayan eliminado los guiños a Jacko, que también es el rey de los zombis). Objetivo: defender el jardín de oleadas de muertos vivientes utilizando plantas como unidades defensivas. También desde Apple ha llegado a los móviles Android el divertidísimo Angry Birds, en el que hay que usar a los regordetes pajarillos como proyectiles de un tirachinas.

Cultura del videojuego

Beneficiados del sistema de distribución digital vía descarga, también 2010 ha sido un buen año para remakes y para propuestas indies. Entre estas últimas destacan dos por su personalidad arrolladora y su capacidad para hacer algo atractivo a partir de uno de los géneros más antiguos: el de plataformas. Limbo hace jugable la atmósfera noir y expresionista del cine mudo y Super Meat Boy la del píxel art y el gore. Entre los remakes (pensados para ser vistos en HD e incluso en 3-D), hemos visto Perfect Dark, Golden Eye 007, God of War Trilogy, Prince of Persia Trilogy y The Sly Collection.
Desde el cine, Scott Pilgrim contra el mundo y Tron: Legacy han colocado la cultura del videojuego en primera línea del entretenimiento de masas. La primera se apropia de su lenguaje y los guiños a los 8bit: la segunda de, un legado que nace en los salones recreativos y que culmina con la interpretación de un actor 100% sintético.
Domingo, 2 de Enero 2011
Público, Madrid, España
           


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