La artillería rebelde bombardeó los barrios del oeste de Alepo, controlados por las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad, causando la muerte de al menos 21 civiles, entre los cuales dos niños, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Alepo, segunda ciudad más grande de Siria, situada en el norte del país, está dividida en dos sectores. El sector oeste está bajo control gubernamental y el este, completamente rodeada por las tropas gubernamentales, en manos de diferentes fuerzas rebeldes.
El control de Alepo es de importancia estratégica para los beligerantes de esta guerra civil que desde 2011 causó la muerte de más de 300.000 personas.
Para romper el sitio impuesto por el ejército sirio a los barrios del este, más de 1.500 rebeldes venidos de las provincias de Alepo y de Idleb, atacaron el viernes, desde las afueras de la ciudad, el flanco oeste de Alepo a lo largo de un frente de 15 km.
Los rebeldes, que lanzaron la ofensiva haciendo estallar varios coches bomba de gran potencia, lograron ocupar la "mayor parte" del barrio Dahiyet Al Asad en el suroeste de Alepo, cerca de una escuela militar, afirmó la OSDH.
"Hay ataques aéreos intensivos en Dahiyet al-Assad", agregó el OSDH, asegurando además que la aviación rusa seguía bombardeando la periferia oeste de Alepo pero se abstenía de hacerlo en el este rebelde.
Según un corresponsal de la AFP que fue a Dahiyet al-Assad, las incursiones aéreas y los tiros de artilllería causaron estragos en el barrio y las calles están desiertas.
"El próximo objetivo es la escuela militar y el barrio de Hamdaniyé", un sector del oeste de Alepo controlado por el régimen, indicó a la AFP un comandante militar, Abu Moustafa, miembro de la coalición Yaish al-Fatah (El Ejército de la Conquista) que reagrupa rebeldes islamistas y yihadistas.
Los combates, los tiros de artillería y las explosiones de coches bomba que golpearon la segunda ciudad de Siria en el primer día de la ofensiva rebelde provocaron al menos 18 muertos entre las fuerzas del régimen y los combatientes que los apoyan, según el OSDH.
- Quebrar el sitio -
"En algunos días nada más, le abriremos la vía a nuestros hermanos asediados", prometió el comandante militar Abu Moustafa.
Los barrios del este de Alepo, donde viven al menos 250.000 personas, están sitiados desde julio, privados de ayuda humanitaria y amenazados de penuria alimentaria según Naciones Unidas.
El régimen sirio lanzó el 22 de septiembre una gran ofensiva para retomar el sector, aunque con éxito limitado pese al apoyo de la aviación rusa y los bombardeos mortales que dejaron más de 500 muertos segun la ONU y destruyeron varias infraestructuras civiles, en particular hospitales.
Moscú había interrumpido los ataques a partir del 18 de octubre.
En reaccion a la ofensiva rebelde, el ejército ruso anunció el viernes que retomaba los ataques aéreos sobre Alepo, aunque el presidente ruso Vladimir Putin estimó que ello no era "oportuno" y consideró "necesario prolongar la pausa humanitaria".
Por su lado, Estados Unidos acusó al gobierno sirio de utilizar "la hambruna como arma de guerra".
"El régimen sirio ha rechazado pedidos de Naciones Unidas de hacer llegar asistencia a Alepo oriental y ha utilizando el hambre como arma de guerra", afirmó un jerarca estadounidense a la AFP.