Se trata de un bautizo de fuego para el icono del fútbol francés, de 43 años, cuyos inicios como técnico en la élite habrían sido mucho más tranquilos al frente de cualquier otro club que el Real Madrid, un gigante planetario con diez Ligas de Campeones en su museo.
Pero Zidane, leyenda del club blanco, estaba destinado a entrenarlo como continuación lógica de su fichaje como técnico del filial en verano de 2014. Ahora tiene la oportunidad de mostrarse a la altura del jugador de excepción que fue.
"Zidane es, sin ninguna duda, una de las figuras más grandes de la historia del fútbol. Sabe lo que significa estar al frente de la primera plantilla del Real Madrid. Es consciente de lo duro y apasionante de este banquillo. Conoce además a muchos de estos jugadores porque como segundo entrenador lograron con él la décima Copa de Europa en Lisboa", declaró el presidente Florentino Pérez al anunciar el relevo en conferencia de prensa.
"Zidane, durante toda su vida, ha sabido hacer frente a los desafíos y los ha afrontado con talento. Zidane: este es tu estadio y este es tu club. El madridismo va a estar a tu lado. Eres el entrenador del Real Madrid y para mí es un orgullo como presidente tenerte a mi lado", añadió.
La designación supone una gran consagración para Zidane, aunque el calendario se haya precipitado por la marcha de Benítez, víctima de los malos resultados del equipo, goleado recientemente por el Barcelona (0-4) y tercero de la Liga a cuatro puntos del líder, el Atlético de Madrid.
"Es un día importante para mí. Estoy emocionado, más que cuando firmé como jugador. Voy a poner todo el corazón por este club para que salga todo bien", declaró Zidane, acompañado en el acto por su esposa y sus cuatro hijos.
"Tenemos al mejor club del mundo, a la mejor afición y lo que voy a intentar es hacerlo lo mejor posible para que este equipo gane. Lo importante es estar ya con el equipo y empezar a trabajar", agregó.
El francés se hace cargo de un equipo de la dimensión del Real Madrid pese a que en noviembre reconocía no estar preparado para ellos. "Me falta mucho, un entrenador nunca está preparado. Estoy haciendo las cosas poco a poco y no tengo prisa".
Aun asi, 'Zizou' aparecía estas últimas semanas como el candidato ideal: la hinchada todavía lo adora y recuerda su antológica volea en la final de la Champions en 2002, conoce bien el club donde jugó cinco años (2001-2006) y es uno de los protegidos del presidente Florentino Pérez.
"Siento por él adoración, fue mi jugador más emblemático. Será seguro, un día, un gran entrenador y además será el entrenador del Real Madrid", dijo Pérez en diciembre.
Al frente de un conglomerado de estrellas, empezando por el triple Balón de Oro Cristiano Ronaldo, Zidane no desentonará. Él mismo consiguió el Balón de Oro en 1998 y conoce las exigencias del estadio Santiago Bernabéu: ganar y generar un juego atractivo.
Su tarea consistirá en redirigir el rumbo de un equipo confundido por la gestión de Benítez y desmoralizado por un 2015 catastrófico: ningún gran trofeo mientras el eterno rival, el FC Barcelona, los ganó casi todos; una retahíla de lesiones y escándalos extradeportivos y la esperpéntica eliminación de la Copa del Rey por alinear un jugador sancionado.
Su ventaja es que conoce bien a los jugadores y éstos le aprecian: fue el adjunto de Carlo Ancelotti en la temporada 2013-2014, cuando ganaron la Décima Liga de Campeones del club, y el francés Karim Benzema, por ejemplo, lo considera una especie de "hermano mayor".
Resta saber si estará a la altura del desafío. En el banquillo del Real Madrid Castilla, el filial blanco, se forjó en las durezas de la tercera categoría española pero no consiguió subir el equipo a la segunda división la pasada temporada.
"Cabezón", según sus propias palabras, decidió quedarse un año más y reforzó la plantilla con la incorporación de su hijo mayor, Enzo, alineado habitualmente en el equipo. Como resultado, Zidane deja al Castilla en segunda posición de la liga.
Ahora deberá adaptarse rápidamente al más alto nivel, con un primer partido el sábado contra el Deportivo de La Coruña en Liga. En poco más de un mes llegará la competición más codiciada por el club, la Liga de Campeones, donde los blancos se enfrentarán en octavos de final a la AS Roma (17 de febrero y 8 de marzo).
Para ello deberá motivar de nuevo a sus estrellas y limar sus egos. "Lo importante es gestionar un grupo de 23 o 24 jugadores y el aspecto psicológico es lo que prima. Es el 80% del trabajo de un entrenador", afirmó Zidane a principios de diciembre, resumiendo anticipadamente su principal tarea en el banquillo blanco.
Pero Zidane, leyenda del club blanco, estaba destinado a entrenarlo como continuación lógica de su fichaje como técnico del filial en verano de 2014. Ahora tiene la oportunidad de mostrarse a la altura del jugador de excepción que fue.
"Zidane es, sin ninguna duda, una de las figuras más grandes de la historia del fútbol. Sabe lo que significa estar al frente de la primera plantilla del Real Madrid. Es consciente de lo duro y apasionante de este banquillo. Conoce además a muchos de estos jugadores porque como segundo entrenador lograron con él la décima Copa de Europa en Lisboa", declaró el presidente Florentino Pérez al anunciar el relevo en conferencia de prensa.
- Héroe de la Décima -
"Zidane, durante toda su vida, ha sabido hacer frente a los desafíos y los ha afrontado con talento. Zidane: este es tu estadio y este es tu club. El madridismo va a estar a tu lado. Eres el entrenador del Real Madrid y para mí es un orgullo como presidente tenerte a mi lado", añadió.
La designación supone una gran consagración para Zidane, aunque el calendario se haya precipitado por la marcha de Benítez, víctima de los malos resultados del equipo, goleado recientemente por el Barcelona (0-4) y tercero de la Liga a cuatro puntos del líder, el Atlético de Madrid.
"Es un día importante para mí. Estoy emocionado, más que cuando firmé como jugador. Voy a poner todo el corazón por este club para que salga todo bien", declaró Zidane, acompañado en el acto por su esposa y sus cuatro hijos.
"Tenemos al mejor club del mundo, a la mejor afición y lo que voy a intentar es hacerlo lo mejor posible para que este equipo gane. Lo importante es estar ya con el equipo y empezar a trabajar", agregó.
El francés se hace cargo de un equipo de la dimensión del Real Madrid pese a que en noviembre reconocía no estar preparado para ellos. "Me falta mucho, un entrenador nunca está preparado. Estoy haciendo las cosas poco a poco y no tengo prisa".
- "Adoración" por Zidane -
Aun asi, 'Zizou' aparecía estas últimas semanas como el candidato ideal: la hinchada todavía lo adora y recuerda su antológica volea en la final de la Champions en 2002, conoce bien el club donde jugó cinco años (2001-2006) y es uno de los protegidos del presidente Florentino Pérez.
"Siento por él adoración, fue mi jugador más emblemático. Será seguro, un día, un gran entrenador y además será el entrenador del Real Madrid", dijo Pérez en diciembre.
Al frente de un conglomerado de estrellas, empezando por el triple Balón de Oro Cristiano Ronaldo, Zidane no desentonará. Él mismo consiguió el Balón de Oro en 1998 y conoce las exigencias del estadio Santiago Bernabéu: ganar y generar un juego atractivo.
Su tarea consistirá en redirigir el rumbo de un equipo confundido por la gestión de Benítez y desmoralizado por un 2015 catastrófico: ningún gran trofeo mientras el eterno rival, el FC Barcelona, los ganó casi todos; una retahíla de lesiones y escándalos extradeportivos y la esperpéntica eliminación de la Copa del Rey por alinear un jugador sancionado.
- Conocedor del vestuario -
Su ventaja es que conoce bien a los jugadores y éstos le aprecian: fue el adjunto de Carlo Ancelotti en la temporada 2013-2014, cuando ganaron la Décima Liga de Campeones del club, y el francés Karim Benzema, por ejemplo, lo considera una especie de "hermano mayor".
Resta saber si estará a la altura del desafío. En el banquillo del Real Madrid Castilla, el filial blanco, se forjó en las durezas de la tercera categoría española pero no consiguió subir el equipo a la segunda división la pasada temporada.
"Cabezón", según sus propias palabras, decidió quedarse un año más y reforzó la plantilla con la incorporación de su hijo mayor, Enzo, alineado habitualmente en el equipo. Como resultado, Zidane deja al Castilla en segunda posición de la liga.
Ahora deberá adaptarse rápidamente al más alto nivel, con un primer partido el sábado contra el Deportivo de La Coruña en Liga. En poco más de un mes llegará la competición más codiciada por el club, la Liga de Campeones, donde los blancos se enfrentarán en octavos de final a la AS Roma (17 de febrero y 8 de marzo).
Para ello deberá motivar de nuevo a sus estrellas y limar sus egos. "Lo importante es gestionar un grupo de 23 o 24 jugadores y el aspecto psicológico es lo que prima. Es el 80% del trabajo de un entrenador", afirmó Zidane a principios de diciembre, resumiendo anticipadamente su principal tarea en el banquillo blanco.