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Zoe Saldaña, en Avatar.
La actriz de 33 años, hija de una puertorriqueña y un estadounidense de origen dominicano, interpreta aquí su primer papel claramente "latino": el de una joven colombiana cuyo objetivo en la vida es vengarse de los asesinos de sus padres, eliminándolos uno a uno sin pestañear.
"Colombiana", que se estrena el viernes en Estados Unidos, explota una vez más, tras "Avatar" y "The Losers", el gusto de Saldaña por la acción y los papeles físicamente exigentes.
Todas estas caracterizaciones requieren una preparación física a la cual la actriz, con formación en ballet clásico, se somete sin protestar.
"Pasó un año entre el fin del rodaje de 'The Losers' -donde interpreta a una agente especial de gatillo fácil- y el inicio del entrenamiento para 'Colombiana'", contó recientemente en una conferencia de prensa en Beverly Hills. "Y para 'Avatar', hice entrenamiento continuo entre 2006 y 2008".
"Es gracias a mi pasada actividad atlética que puedo hacer esto. Si no la hubiera tenido, creo que sería mucho más difícil", dijo.
En "Colombiana", Saldaña "quería estar a la altura, ser una asesina" como su personaje, Cataleya. "Fui entonces entrenada por militares, marines, como para 'Avatar' y 'The Losers'", contó.
Los tres papeles, igualmente exigentes, exigen no obstante cualidades físicas distintas.
"En 'Avatar' era el aspecto animal y felino. Con Aisha, en 'The Losers', era el arte marcial, con lindas patadas y piruetas aéreas. 'Colombiana' está más inspirada en las peleas callejeras", relató Saldana.
La actriz es consciente de que debe mucho a su formación de bailarina clásica. "Sé que mi educación de ballet me permite estar más en contacto con mi cuerpo", observó. Sin duda también fue la danza la que hizo de ella una artista con disciplina de hierro.
"Cuando trabajo, no hago ninguna otra cosa", afirmó. A lo sumo "salgo a tomar una copa de vino, a comer algo con el equipo y el elenco del filme, pero antes de acostarme releo mi texto del día siguiente".
"Siempre estoy lista 30 minutos antes de la hora en que me vendrán a buscar, aunque sea a las 4 de la mañana, porque siempre quiero sentirme naturalmente en forma y completamente despierta. No tomo café".
"La cosa que más detesto es ir al cine y tener que ver a un montón de actores perezosos, que me hacen perder mi tiempo y mi dinero. Trabajamos para una industria muy privilegiada y lo menos que podemos hacer, por el público y por el director, es hacer nuestro trabajo y hacerlo bien", agregó.
"Entonces sí, al final de la jornada me distiendo. Pero aún así, sigo trabajando".
"Colombiana", que se estrena el viernes en Estados Unidos, explota una vez más, tras "Avatar" y "The Losers", el gusto de Saldaña por la acción y los papeles físicamente exigentes.
Todas estas caracterizaciones requieren una preparación física a la cual la actriz, con formación en ballet clásico, se somete sin protestar.
"Pasó un año entre el fin del rodaje de 'The Losers' -donde interpreta a una agente especial de gatillo fácil- y el inicio del entrenamiento para 'Colombiana'", contó recientemente en una conferencia de prensa en Beverly Hills. "Y para 'Avatar', hice entrenamiento continuo entre 2006 y 2008".
"Es gracias a mi pasada actividad atlética que puedo hacer esto. Si no la hubiera tenido, creo que sería mucho más difícil", dijo.
En "Colombiana", Saldaña "quería estar a la altura, ser una asesina" como su personaje, Cataleya. "Fui entonces entrenada por militares, marines, como para 'Avatar' y 'The Losers'", contó.
Los tres papeles, igualmente exigentes, exigen no obstante cualidades físicas distintas.
"En 'Avatar' era el aspecto animal y felino. Con Aisha, en 'The Losers', era el arte marcial, con lindas patadas y piruetas aéreas. 'Colombiana' está más inspirada en las peleas callejeras", relató Saldana.
La actriz es consciente de que debe mucho a su formación de bailarina clásica. "Sé que mi educación de ballet me permite estar más en contacto con mi cuerpo", observó. Sin duda también fue la danza la que hizo de ella una artista con disciplina de hierro.
"Cuando trabajo, no hago ninguna otra cosa", afirmó. A lo sumo "salgo a tomar una copa de vino, a comer algo con el equipo y el elenco del filme, pero antes de acostarme releo mi texto del día siguiente".
"Siempre estoy lista 30 minutos antes de la hora en que me vendrán a buscar, aunque sea a las 4 de la mañana, porque siempre quiero sentirme naturalmente en forma y completamente despierta. No tomo café".
"La cosa que más detesto es ir al cine y tener que ver a un montón de actores perezosos, que me hacen perder mi tiempo y mi dinero. Trabajamos para una industria muy privilegiada y lo menos que podemos hacer, por el público y por el director, es hacer nuestro trabajo y hacerlo bien", agregó.
"Entonces sí, al final de la jornada me distiendo. Pero aún así, sigo trabajando".
