El ministro del Interior, Joseph Nkaissery, dijo que la mayoría de los muertos eran estudiantes, pero que también fallecieron dos policías, un soldado y dos vigilantes.
El centro de manejo de desastres dijo que había planes para desalojar a los estudiantes y otras personas afectadas.
Fue por mucho el mayor número de muertos en suelo keniano por un ataque de Al Shabab, un grupo extremista islámico procedente de la vecina Somalia.
Las fuerzas de seguridad de Kenia dijeron previamente que tomaron el control de la universidad atacada, en el noreste del país, luego que los milicianos se habían atrincherado.
Los funcionarios de seguridad dijeron que el operativo de seguridad para rescatar a los rehenes terminó y que fueron liberadas decenas de personas. Reporteros de The Associated Press cerca del lugar constataron que el tiroteo terminó.
Los atacantes irrumpieron a las cinco y media de la mañana en el campus de la universidad de Garissa, donde estudian cientos de jóvenes, disparando contra dos guardias en la entrada principal.
Una vez en el interior abrieron fuego indiscriminadamente, y luego entraron en la residencia universitaria, donde tomaron varios edificios.
“Nos despertamos por los sonidos de las balas (...) nadie sabía lo que estaba pasando, las mujeres gritaban y la gente corría para salvar su vida”, dijo Ungama John, un estudiante de la residencia.
La Cruz Roja dio parte de 30 heridos ingresados en el hospital, cuatro de ellos en estado crítico, que fueron desalojados en avión a Nairobi, a unos 350 kilómetros. Según precisó, la mayoría de víctimas presenta heridas de bala.
El ministro del Interior informó que en el ataque, que derivó en una feroz toma de rehenes en el recinto universitario, que se extendió durante más de 12 horas, fueron abatidos cuatro asaltantes.
La universidad ubicada en Garissa, una zona del noreste del país, está cerca de la porosa frontera con Somalia, un país devastado por la guerra. Un portavoz de los somalíes, Sheij Ali Mohamud Rage, reivindicó la autoría del asalto en una conversación telefónica con la Afp, alegando que “Kenia está en guerra con Somalia” por haber intervenido militarmente en este país contra bases islamistas.
El portavoz explicó que al llegar los asaltantes “soltaron a algunos, los musulmanes, y ellos alertaron al gobierno”. “A los otros los tenemos de rehenes”, añadió, precisando que los retenidos eran cristianos.
Las regiones de Kenia situadas en la frontera con Somalia, y en particular las zonas de Mandera y Wajir, así como la de Garissa, se han convertido en escenario habitual de ataques islamistas.
En 2014, al menos 200 personas murieron y otras tantas resultaron heridas en Kenia en ataques reivindicados por los shebab o atribuidos a estos, de acuerdo con un recuento de la Afp.
El ataque más espectacular reivindicado por los shebab somalíes fue el asalto en septiembre de 2013 al centro comercial Westgate en Nairobi, donde murieron 67 personas.
También lanzaron una serie de ataques sangrientos en pueblos de la costa keniana en junio y julio de 2014, donde al menos 96 personas fueron ejecutadas a sangre fría.
Este ataque es el más grave en el país africano desde el atentado con bomba contra la embajada de Estados Unidos en 1998.