"La gente se une para vencer las dificultades, siempre se unen, a pesar de cualquier tipo de visión idealista", asegura Statham a Europa Press durante la presentación del filme en Londres. Un sentimiento que comparte a pesar de que, como le ocurre a su personaje, Deckard Shaw, al actor le gusta "hacer las cosas por mi cuenta" y no se considera un jugador en equipo, ni dentro ni fuera de la pantalla.
"Shaw es un tipo que opera de manera encubierta, está al mando, es el tipo de persona que no necesita a nadie alrededor. Me identifico con mi personaje; le gusta tomar sus propias decisiones", recalca el actor.
Shaw tendrá que hacer equipo con Hobbs, "una mole de 120 kilos, un americano del mundo del Servicio de Seguridad Diplomática" que supondrá "un obstáculo, un grillete" para el personaje de Statham. Sin embargo, necesitarán el uno del otro para enfrentarse a Brixton, el villano encarnado por Idris Elba.
"Él es un robot y un ser humano, yo soy un poco así. Soy un adicto al trabajo pero también un ser humano", bromea Elba sobre su personaje, un híbrido de fuerza descomunal que ha obligado al actor a ponerse en forma. "El director quería que yo estuviera en las escenas de lucha, así que hice mucho entrenamiento de resistencia", explica, y añade que también se valió de su experiencia en el mundo de la lucha para dar forma al personaje.
Gracias a Brixton, la franquicia Fast and Furious va un paso más allá, aportando "una visión más amplia, llevándola a un plano científico, un nuevo género, gracias a las temáticas que él explora". El lado oscuro de la tecnología y sus efectos en la humanidad juegan un papel clave en la película, un tema que fascina a Elba.
"Va a ser interesante cuando los humanos llevemos incorporada tecnología en nuestra anatomía. De alguna manera ya estamos pegados a nuestros móviles. Pero mientras que la tecnología no nos robe la esencia y la empatía, eso es lo importante", apunta.
HELEN MIRREN: ME ENCANTA CONDUCIR
Más allá del plano visual plagado de persecuciones y creaciones futuristas, Hobbs & Shaw continúa con el legado de la saga, dando una gran relevancia a las relaciones familiares de sus protagonistas. Helen Mirren se mete de nuevo en la piel de Magdalene Shaw, madre del personaje encarnado por Statham y de Owen Shaw, el personaje de Luke Evans en la franquicia. Un 'peligroso' círculo familiar que se amplía aún más con la incorporación de su hermana Hattie, a quien da vida Vanessa Kirby.
Para la veterana actriz, éste es precisamente el mensaje más poderoso de la cinta: "La familia es lo más importante", dice Mirren, algo que también se refleja por parte de Hobbs y su relación con hija y sus raíces en Hawái.
Para Mirren, que confiesa que le "encanta conducir, los coches y su tecnología", otro de los platos fuertes de Hobbs & Shaw es la representación de la mujer. "Hace 20 años no veías eso y estoy emocionada de que esté ocurriendo", reconoce la actriz, y añade que "ahora cualquier película de acción no es aceptable sin presencia femenina, mujeres involucradas en la historia y en la acción".
Vanessa Kirby asegura que no solo es importante, sino que considera que este enfoque femenino fue "la premisa clave para hacer el proyecto", ya que la joven actriz quería asegurarse de que Hattie "era una presencia femenina diferente" a lo que acostumbra el género. "Es fuerte, pero no intimidante, a veces las mujeres en la acción dan miedo al público", apunta. "Queríamos que fuera tan luchadora como cualquier hombre y que estuviera al mando", reivindica.
Los lazos familiares, nuevas heroínas y una reflexión sobre la deriva tecnológica componen el trasfondo de Hobbs & Shaw, pero sin eclipsar lo que esperan los devotos fans de la saga: coches, adrenalina, peleas imposibles y los inesperados golpes cómicos de Statham y Johnson. Todo llegará a los cines españoles este jueves 1 de agosto con el estreno de Fast & Furious: Hobbs & Shaw.