"Alguien me había mencionado la existencia de un cementerio para recién nacidos, pero lo que he descubierto es mucho más que eso", declaró la historiadora Catherine Corless, quien efectuó el descubrimiento.
Al investigar los archivos de un antiguo convento de Tuam (oeste de Irlanda), hoy convertido en urbanización, la historiadora descubrió que 796 bebés habían sido enterrados sin ataúd ni lápida.
Estos recién nacidos habrían sido enterrados secretamente por monjas del Convento del Buen Socorro. Las razones de estas muertes son inciertas: desnutrición, neumonía, tuberculosis, y sin duda malos tratos.
William Joseph Dolan, familiar de un niño que estuvo en esa institución, interpuso una querella para entender lo que ocurrió en esa época.
Este descubrimiento recuerda otro escándalo, que implica igualmente a madres solteras.
Entre 1922 y 1996, más de 10.000 muchachas trabajaron gratuitamente en lavanderías explotadas comercialmente por religiosas católicas en Irlanda.
Las internas, conocidas como las "Magdalene Sisters", eran jóvenes embarazadas fuera del matrimonio o que habían tenido un comportamiento considerado inmoral en este país de fuerte tradición católica.