A pesar de los intensos esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos, activamente apoyado por la Unión Europea, para hacerlos cambiar de idea, los paises árabes siguen demandando el voto de una resolución que exija a Israel la firma del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP).
Si bien la resolución contra Israel, único país del Medio Oriente que se supone tiene el arma nuclear, no sería coercitiva, el debate tiene como telón de fondo la controversia sobre el programa nuclear iraní.
Teherán afirma que este programa es puramente civil, pero las EE UU y la UE sospechan que tiene como objetivo acceder al arma atómica.
El tema tiene tan preocupada a la administración estadounidense que el presidente Barack Obama envió a Viena a su principal consejero sobre la cuestión nuclear, Gary Samore, para empezar a presionar a los países árabes en la reunión del consejo de gobernadores de la AIEA, que se celebró antes de la asamblea general, del 13 al 17 de septiembre.
En 2009, durante la precedente asamblea general de la AIEA, el grupo de los 22 países árabes adherentes había logrado que se adoptara por primera vez una resolución en la que se pedía a Israel que firmara el TNP.
Esta vez, Estados Unidos y sus aliados europeos esperan invertir la tendencia: su argumento principal son las negociaciones de paz israelo-palestinas en curso, bajo el auspicio de Washington, y la perspectiva de una conferencia en 2012 para hacer que Medio Oriente sea una zona desnuclearizada.
Según ellos, una resolución de la AIEA contra Israel sería "contraproducente" para las negociaciones de paz y podría comprometer la organización de la conferencia de desnuclearización de la región, decidida por un poco habitual consenso durante la reciente conferencia de seguimiento del TNP en Nueva York.
De acuerdo con la resolución votada en 2009, el director general de la AIEA, Yukiya Amano, viajó a Israel en agosto y pidió a los dirigentes israelíes la adhesión al TNP.
La demanda fue rechazada y el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman estimó que aceptar las exigencias de la resolución de 2009 "sería injustificado desde un punto de vista político y legal".
En la asamblea general de la AIEA, el debate y el voto del proyecto de resolución de los países árabes están previstos para los días 23 y 24 de septiembre.
Si bien la resolución contra Israel, único país del Medio Oriente que se supone tiene el arma nuclear, no sería coercitiva, el debate tiene como telón de fondo la controversia sobre el programa nuclear iraní.
Teherán afirma que este programa es puramente civil, pero las EE UU y la UE sospechan que tiene como objetivo acceder al arma atómica.
El tema tiene tan preocupada a la administración estadounidense que el presidente Barack Obama envió a Viena a su principal consejero sobre la cuestión nuclear, Gary Samore, para empezar a presionar a los países árabes en la reunión del consejo de gobernadores de la AIEA, que se celebró antes de la asamblea general, del 13 al 17 de septiembre.
En 2009, durante la precedente asamblea general de la AIEA, el grupo de los 22 países árabes adherentes había logrado que se adoptara por primera vez una resolución en la que se pedía a Israel que firmara el TNP.
Esta vez, Estados Unidos y sus aliados europeos esperan invertir la tendencia: su argumento principal son las negociaciones de paz israelo-palestinas en curso, bajo el auspicio de Washington, y la perspectiva de una conferencia en 2012 para hacer que Medio Oriente sea una zona desnuclearizada.
Según ellos, una resolución de la AIEA contra Israel sería "contraproducente" para las negociaciones de paz y podría comprometer la organización de la conferencia de desnuclearización de la región, decidida por un poco habitual consenso durante la reciente conferencia de seguimiento del TNP en Nueva York.
De acuerdo con la resolución votada en 2009, el director general de la AIEA, Yukiya Amano, viajó a Israel en agosto y pidió a los dirigentes israelíes la adhesión al TNP.
La demanda fue rechazada y el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman estimó que aceptar las exigencias de la resolución de 2009 "sería injustificado desde un punto de vista político y legal".
En la asamblea general de la AIEA, el debate y el voto del proyecto de resolución de los países árabes están previstos para los días 23 y 24 de septiembre.