Una joven junto a una de las instalaciones de la japonesa Chiharu
MADRID, (AFP) - "No sólo se han cumplido, sino que se han superado las expectativas de ventas", dijo en conferencia de prensa Luis Eduardo Cortes, director del centro IFEMA en Madrid, donde se lleva a cabo, en el último de los cinco días de la feria.
"La crisis crea condiciones realmente interesantes. Y permite que haya más tiempo para pensar qué conviene adquirir. Además de que los precios son más estables", agregó.
El total de las cifras de venta no están disponibles por el momento pues muchas de las 218 galerías del mundo que participaron no quieren divulgar los resultados, añadió.
Una de las obras que encontró comprador fue la polémica escultura del artista español Eugenio Merino que muestra a tres hombres trajeados de negro -- un musulmán, un cristiano y un judío -- orando uno encima del otro.
Se vendió el día del comienzo de la feria por 50.000 euros (68.000 dólares), mientras otra pieza de Merino que representa una ametralladora apoyada en una menorá hebrea (candelabro de siete brazos) fue vendida por 6.600 euros.
En un comunicado, la embajada israelí en Madrid calificó las obras de Merino de ofensivas para los "judíos, israelíes y tal vez para otros".
ARCO atrajo alrededor de 150.000 visitantes este año, comparado con el récord de 200.000 que asistieron en 2009, cuando fue necesario un día extra de exposición.
En vez de tener a un país de invitado especial, este año la feria dio protagonismo a la ciudad de Los Angeles, con 17 galerías presentes. India fue el país protagonista en 2009.
Durante los tiempos de auge económico, las ferias de arte contemporáneo eran tan concurridas como las de autos lujosos o joyería.
Pero las galerías de arte empezaron a encontrar dificultades para vender obras con la aparición de la crisis global que condujo a la recesión en Europa y en Estados Unidos.
En su punto álgido de 2007 el mercado mundial del arte representó una cifra de alrededor de 65.000 millones de dólares, el doble que cinco años antes, pero desde entonces bajó a 50.000 millones de dólares, según una investigación de la firma Arts Economics.
Expertos consideran que los precios del arte se hundieron como promedio un 40% a partir de esa máxima.
Las nuevas señales de cambio de tendencia están generando oportunidades para compradores, dijo Marc Spiegler, codirector de la feria suiza Art Basel, la mayor de las ferias internacionales de arte contemporáneo.
"La crisis crea condiciones realmente interesantes. Y permite que haya más tiempo para pensar qué conviene adquirir. Además de que los precios son más estables", agregó.
El total de las cifras de venta no están disponibles por el momento pues muchas de las 218 galerías del mundo que participaron no quieren divulgar los resultados, añadió.
Una de las obras que encontró comprador fue la polémica escultura del artista español Eugenio Merino que muestra a tres hombres trajeados de negro -- un musulmán, un cristiano y un judío -- orando uno encima del otro.
Se vendió el día del comienzo de la feria por 50.000 euros (68.000 dólares), mientras otra pieza de Merino que representa una ametralladora apoyada en una menorá hebrea (candelabro de siete brazos) fue vendida por 6.600 euros.
En un comunicado, la embajada israelí en Madrid calificó las obras de Merino de ofensivas para los "judíos, israelíes y tal vez para otros".
ARCO atrajo alrededor de 150.000 visitantes este año, comparado con el récord de 200.000 que asistieron en 2009, cuando fue necesario un día extra de exposición.
En vez de tener a un país de invitado especial, este año la feria dio protagonismo a la ciudad de Los Angeles, con 17 galerías presentes. India fue el país protagonista en 2009.
Durante los tiempos de auge económico, las ferias de arte contemporáneo eran tan concurridas como las de autos lujosos o joyería.
Pero las galerías de arte empezaron a encontrar dificultades para vender obras con la aparición de la crisis global que condujo a la recesión en Europa y en Estados Unidos.
En su punto álgido de 2007 el mercado mundial del arte representó una cifra de alrededor de 65.000 millones de dólares, el doble que cinco años antes, pero desde entonces bajó a 50.000 millones de dólares, según una investigación de la firma Arts Economics.
Expertos consideran que los precios del arte se hundieron como promedio un 40% a partir de esa máxima.
Las nuevas señales de cambio de tendencia están generando oportunidades para compradores, dijo Marc Spiegler, codirector de la feria suiza Art Basel, la mayor de las ferias internacionales de arte contemporáneo.