Rebeldes en Abiyán, Costa de Marfil.
Esta masacre se produce cuando la comunidad internacional se preocupa cada vez más por las repercusiones en la población civil de una crisis que, antes de este ataque, había dejado ya, según la ONU, más de 410 muertos desde mediados de diciembre y amenaza con hundir al país en la guerra civil.
"Un equipo" de la ONUCI se trasladó al barrio de Abobo (norte de la capital marfileña, Ndlr) y "pudo observar que las fuerzas armadas del presidente Laurent Gbagbo dispararon al menos seis proyectiles contra el mercado y sus alrededores, causando la muerte de 25 a 30 personas y dejando entre 40 y 60 heridos", declaró el portavoz Hamadoun Touré.
"La ONUCI expresa su indignación ante semejantes atrocidades contra civiles inocentes. Los autores de estos actos deben ser castigados", añadió.
Varios testigos habían dicho incialmente que 12 personas murieron en ese barrio, bastión electoral de Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional como presidente electo de Costa de Marfil.
La misión de la ONU, compuesta por 10.000 hombres, "se reserva el derecho de adoptar medidas adecuadas para prevenir, en el futuro, tales actos inaceptables, en conformidad con su mandato de protección de las población civil", indicó el portavoz sin dar más precisiones.
Los abogados de Ouattara acusaron a Gbagbo y a sus servicios de seguridad de "crímenes contra la humanidad" en un "memorandum" dirigido a la Corte Penal Internacional (CPI).
"Un equipo" de la ONUCI se trasladó al barrio de Abobo (norte de la capital marfileña, Ndlr) y "pudo observar que las fuerzas armadas del presidente Laurent Gbagbo dispararon al menos seis proyectiles contra el mercado y sus alrededores, causando la muerte de 25 a 30 personas y dejando entre 40 y 60 heridos", declaró el portavoz Hamadoun Touré.
"La ONUCI expresa su indignación ante semejantes atrocidades contra civiles inocentes. Los autores de estos actos deben ser castigados", añadió.
Varios testigos habían dicho incialmente que 12 personas murieron en ese barrio, bastión electoral de Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional como presidente electo de Costa de Marfil.
La misión de la ONU, compuesta por 10.000 hombres, "se reserva el derecho de adoptar medidas adecuadas para prevenir, en el futuro, tales actos inaceptables, en conformidad con su mandato de protección de las población civil", indicó el portavoz sin dar más precisiones.
Los abogados de Ouattara acusaron a Gbagbo y a sus servicios de seguridad de "crímenes contra la humanidad" en un "memorandum" dirigido a la Corte Penal Internacional (CPI).