Alfredo Pérez Rubalcaba-izquierda-y Mariano Rajoy.
"El Gobierno está ofreciendo a su electorado una exhibición de ideología conservadora y de contrarreformas", denunció el líder de la oposición socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, barrido en las elecciones de noviembre por el presidente del Partido Popular (PP, derecha) Mariano Rajoy.
Apenas un año después de su llegada al poder, los socialistas legalizaron en 2005 el matrimonio homosexual, sumándose a la decena de países en el mundo que lo hicieron después de Suecia, pionera en la materia.
Después, en 2010, lograron aprobar una ley que autorizaba a las mujeres a abortar sin condiciones hasta las 14 semanas de embarazo, lo que hasta eso momento sólo era posible en caso de violación, malformación del feto o de peligro para la madre.
Aunque los sondeos muestran que una mayoría de la sociedad española está a favor de esas leyes, estas reformas habían desatado una oleada de protestas en un país marcado por su tradición católica.
Ante de llegar al poder, el PP ya presentó recursos judiciales contra las leyes del aborto y del matrimonio homosexual, medidas que su actual mayoría absoluta en el Parlamento le permite ahora revisar.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ya anunció un nuevo proyecto de ley del aborto que retomará "el espíritu de la ley de 1985", prohibiendo que las muchachas de 16 y 17 años puedan practicarlo sin consentimiento de sus padres.
Y la ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció una revisión de las condiciones de venta de la "píldora del día siguiente", disponible sin prescripción médica desde 2009.
Una victoria para los antiabortistas. "Nos produce satisfacción, en la medida en que por primera vez en décadas el aborto retrocede y el derecho a la vida progresa y se acaba con el concepto falaz del aborto como derecho", se congratula Gador Joya, portavoz de la asociación Derecho a la Vida.
Las feministas denuncian a gritos el escándalo y varios cientos de ellas se manifestaron en Madrid el viernes.
"Las mujeres de este país queremos mantener nuestros derechos, no queremos volver atrás, a una situación de hace 30 años", sostuvo la portavoz de los socialistas encargados de la igualdad, Purificación Causapie.
Sobre el matrimonio homosexual Ruiz Gallardón se muestra más prudente, aludiendo incluso a un posible rechazo a un recurso presentado ante el Tribunal Constitucional.
"Si ya están casados, no pueden quitarles los derechos, con efecto retroactivo", con el riesgo de crear dos clases de homosexuales, los casados y los otros, destaca Federico Armenteros, presidente de la Fundación del 26 de diciembre.
La derecha decidió también reemplazar la asignatura escolar de educación cívica, creada en 2006, que trataba temas como la homosexualidad y la laicidad y también desató una ola de protestas.
"Con contrarreformas como esta solo aplaca usted al sector más radical de su partido", para favorecer "el pensamiento único", le lanzó el resposable socialista Mario Bedera al ministro de Eduación José Ignacio Wert.
La razón de la supresión de esta asignatura es "justamente para evitar que la misma se convierta en un instrumento de pensamiento único", afirma Wert.
En este contexto, los ecologistas denuncian, además, la revisión de la ley de costas que según ellos complace a los comerciantes instalados en el litoral en lugar de proteger el medio ambiente.
"No es una sorpresa que el nuevo gobierno, con semejante mayoría absoluta, trate de cambiar aquello que combatió", considera el sociólogo Juan Diez Nicolás, de la Universidad Complutense de Madrid.
Apenas un año después de su llegada al poder, los socialistas legalizaron en 2005 el matrimonio homosexual, sumándose a la decena de países en el mundo que lo hicieron después de Suecia, pionera en la materia.
Después, en 2010, lograron aprobar una ley que autorizaba a las mujeres a abortar sin condiciones hasta las 14 semanas de embarazo, lo que hasta eso momento sólo era posible en caso de violación, malformación del feto o de peligro para la madre.
Aunque los sondeos muestran que una mayoría de la sociedad española está a favor de esas leyes, estas reformas habían desatado una oleada de protestas en un país marcado por su tradición católica.
Ante de llegar al poder, el PP ya presentó recursos judiciales contra las leyes del aborto y del matrimonio homosexual, medidas que su actual mayoría absoluta en el Parlamento le permite ahora revisar.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ya anunció un nuevo proyecto de ley del aborto que retomará "el espíritu de la ley de 1985", prohibiendo que las muchachas de 16 y 17 años puedan practicarlo sin consentimiento de sus padres.
Y la ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció una revisión de las condiciones de venta de la "píldora del día siguiente", disponible sin prescripción médica desde 2009.
Una victoria para los antiabortistas. "Nos produce satisfacción, en la medida en que por primera vez en décadas el aborto retrocede y el derecho a la vida progresa y se acaba con el concepto falaz del aborto como derecho", se congratula Gador Joya, portavoz de la asociación Derecho a la Vida.
Las feministas denuncian a gritos el escándalo y varios cientos de ellas se manifestaron en Madrid el viernes.
"Las mujeres de este país queremos mantener nuestros derechos, no queremos volver atrás, a una situación de hace 30 años", sostuvo la portavoz de los socialistas encargados de la igualdad, Purificación Causapie.
Sobre el matrimonio homosexual Ruiz Gallardón se muestra más prudente, aludiendo incluso a un posible rechazo a un recurso presentado ante el Tribunal Constitucional.
"Si ya están casados, no pueden quitarles los derechos, con efecto retroactivo", con el riesgo de crear dos clases de homosexuales, los casados y los otros, destaca Federico Armenteros, presidente de la Fundación del 26 de diciembre.
La derecha decidió también reemplazar la asignatura escolar de educación cívica, creada en 2006, que trataba temas como la homosexualidad y la laicidad y también desató una ola de protestas.
"Con contrarreformas como esta solo aplaca usted al sector más radical de su partido", para favorecer "el pensamiento único", le lanzó el resposable socialista Mario Bedera al ministro de Eduación José Ignacio Wert.
La razón de la supresión de esta asignatura es "justamente para evitar que la misma se convierta en un instrumento de pensamiento único", afirma Wert.
En este contexto, los ecologistas denuncian, además, la revisión de la ley de costas que según ellos complace a los comerciantes instalados en el litoral en lugar de proteger el medio ambiente.
"No es una sorpresa que el nuevo gobierno, con semejante mayoría absoluta, trate de cambiar aquello que combatió", considera el sociólogo Juan Diez Nicolás, de la Universidad Complutense de Madrid.