Familiares de víctimas en el foro Primero justicia, voces por Juárez.
MÉXICO, (AFP) -
"El verdadero peligro en Ciudad Juárez radica en estar vivo", afirmó la actriz Cecilia Suárez ('Capadocia') leyendo las palabras de un operario del cementerio donde fueron enterrados siete de los 15 jóvenes asesinados en una matanza estudiantil a finales de enero.
Los relatos de juarenses que evitaron desplazarse a la capital por seguridad, incluyeron el de un hombre que presenció la ejecución a sangre fría de un niño de siete años y el de otro que fue secuestrado por militares que lo querían involucrar con el tráfico de drogas.
Funcionarios locales y federales atribuyen la creciente violencia en Ciudad Juárez a un enfrentamiento entre dos poderosos cárteles narcotraficantes por el control de las rutas hacia Estados Unidos, una versión que en el foro se consideró inexacta y simplista.
Estas quince tragedias individuales en Ciudad Juárez, de 1,3 millones de habitantes y la localidad más violenta de México con más de 2.660 homicidios en 2009, coincidieron en un factor común, la impunidad.
"Las autoridades no saben el dolor, el vacío que se queda en el corazón", aseguró la actriz Luisa Huertas a nombre de la madre de una joven desaparecida.
En la Casa Teatro Coyoacán se escucharon vivencias de la madre y la tía de dos de los estudiantes masacrados, quienes días después reprocharon en persona al presidente Felipe Calderón que mantenga el actual despliegue de 6.000 militares en Ciudad Juárez.
Los participantes en el Foro 'Primero la Justicia, Voces por Juárez' acordaron reclamar a las autoridades "que tengan en cuenta todos los planteamientos" para afrontar este clima de inseguridad, incluso aquellos distintos a los que "el gobierno pretende imponer".
Las víctimas llegadas de Ciudad Juárez entregarán el martes en el Senado el texto que propone la creación de una comisión observadora nacional e internacional.
"El verdadero peligro en Ciudad Juárez radica en estar vivo", afirmó la actriz Cecilia Suárez ('Capadocia') leyendo las palabras de un operario del cementerio donde fueron enterrados siete de los 15 jóvenes asesinados en una matanza estudiantil a finales de enero.
Los relatos de juarenses que evitaron desplazarse a la capital por seguridad, incluyeron el de un hombre que presenció la ejecución a sangre fría de un niño de siete años y el de otro que fue secuestrado por militares que lo querían involucrar con el tráfico de drogas.
Funcionarios locales y federales atribuyen la creciente violencia en Ciudad Juárez a un enfrentamiento entre dos poderosos cárteles narcotraficantes por el control de las rutas hacia Estados Unidos, una versión que en el foro se consideró inexacta y simplista.
Estas quince tragedias individuales en Ciudad Juárez, de 1,3 millones de habitantes y la localidad más violenta de México con más de 2.660 homicidios en 2009, coincidieron en un factor común, la impunidad.
"Las autoridades no saben el dolor, el vacío que se queda en el corazón", aseguró la actriz Luisa Huertas a nombre de la madre de una joven desaparecida.
En la Casa Teatro Coyoacán se escucharon vivencias de la madre y la tía de dos de los estudiantes masacrados, quienes días después reprocharon en persona al presidente Felipe Calderón que mantenga el actual despliegue de 6.000 militares en Ciudad Juárez.
Los participantes en el Foro 'Primero la Justicia, Voces por Juárez' acordaron reclamar a las autoridades "que tengan en cuenta todos los planteamientos" para afrontar este clima de inseguridad, incluso aquellos distintos a los que "el gobierno pretende imponer".
Las víctimas llegadas de Ciudad Juárez entregarán el martes en el Senado el texto que propone la creación de una comisión observadora nacional e internacional.