El primer ministro irlandés, Brian Cowen, a la izquierda, y a su lado, el primer ministro británico,Gordon Brown
BELFAST, (AFP) - Brown anunció que la transferencia efectiva de Londres a Belfast de las competencias de policía y de justicia, los dos últimos obstáculos para la aplicación completa de los acuerdos de paz de 1998, entraría en vigor el próximo 12 de abril.
"Cerramos el último capítulo de una historia larga y turbulenta y abrimos un nuevo capítulo para Irlanda del Norte", declaró Brown al presentar los detalles del acuerdo en una rueda de prensa con su homólogo irlandés, Brian Cowen.
El gobierno británico otorgará 800 millones de libras adicionales (1.250 millones de dólares, 920 millones de euros) para financiar la transferencia, precisó el Premier británico.
"Este acuerdo es la señal más segura de que no volvemos a los días oscuros del pasado", declaró el primer ministro norirlandés y líder del Partido Unionista Demócrata (DUP), Peter Robinson, cuya formación se resistía a alcanzar un acuerdo con el Sinn Fein.
Los jefes de los gobiernos británico e irlandés viajaron a Belfast después de que el DUP dijera que había decidido respaldar el acuerdo con el Sinn Fein, su socio católico en el gobierno regional.
El anuncio se produjo tras más de una semana de arduas negociaciones para alcanzar un acuerdo para la devolución de los poderes.
Se temía que la falta de acuerdo provocara la desintegración de la frágil administración biconfesional surgida de los acuerdos del Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a tres décadas de violencia.
El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, expresó su satisfacción por este acuerdo alegando que allana el camino para la cooperación futura. "Este (acuerdo) presenta una (...) magnífica oportunidad ahora y un nuevo espíritu para que todos vayamos hacia adelante", dijo.
Shaun Woodward, el ministro británico para Irlanda del Norte, dijo que el acuerdo "será la última parte de un rompecabezas que consagra el acuerdo de paz".
El DUP había aplazado al acuerdo debido a que sus miembros más duros pedían concesiones especiales en la seguridad de los desfiles protestantes que pasan cerca de las zonas católicas, en los que a menudo se registran enfrentamientos.
El acuerdo se anunció al día siguiente de que Robinson regresara a su cargo de primer ministro al considerarse exculpado de cualquier ilegalidad vinculada con el aspecto financiero del escándalo político-sexual que desencadenó una relación extramarital de su esposa, un paso que los observadores indicaron que dio un empuje a las bloqueadas negociaciones.
Una investigación interna concluyó que Robinson no había incumplido las reglas a las que están sujetos los ministros en relación a las acusaciones de que su esposa Iris obtuvo 50.000 libras (56.000 euros, 80.000 dólares) para ayudar a su joven amante a montar un café.
Más de 3.500 personas murieron en Irlanda del Norte durante el periodo conocido como "The Troubles", que enfrentó a las comunidades favorables y opuestas al gobierno de Londres en la provincia en una sangrienta campaña de atentados y violencia.
Pese a los acuerdos de paz, que Gran Bretaña e Irlanda ayudaron a obtener, Irlanda del Norte sigue sufriendo todavía actos de violencia esporádica.
"Cerramos el último capítulo de una historia larga y turbulenta y abrimos un nuevo capítulo para Irlanda del Norte", declaró Brown al presentar los detalles del acuerdo en una rueda de prensa con su homólogo irlandés, Brian Cowen.
El gobierno británico otorgará 800 millones de libras adicionales (1.250 millones de dólares, 920 millones de euros) para financiar la transferencia, precisó el Premier británico.
"Este acuerdo es la señal más segura de que no volvemos a los días oscuros del pasado", declaró el primer ministro norirlandés y líder del Partido Unionista Demócrata (DUP), Peter Robinson, cuya formación se resistía a alcanzar un acuerdo con el Sinn Fein.
Los jefes de los gobiernos británico e irlandés viajaron a Belfast después de que el DUP dijera que había decidido respaldar el acuerdo con el Sinn Fein, su socio católico en el gobierno regional.
El anuncio se produjo tras más de una semana de arduas negociaciones para alcanzar un acuerdo para la devolución de los poderes.
Se temía que la falta de acuerdo provocara la desintegración de la frágil administración biconfesional surgida de los acuerdos del Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a tres décadas de violencia.
El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, expresó su satisfacción por este acuerdo alegando que allana el camino para la cooperación futura. "Este (acuerdo) presenta una (...) magnífica oportunidad ahora y un nuevo espíritu para que todos vayamos hacia adelante", dijo.
Shaun Woodward, el ministro británico para Irlanda del Norte, dijo que el acuerdo "será la última parte de un rompecabezas que consagra el acuerdo de paz".
El DUP había aplazado al acuerdo debido a que sus miembros más duros pedían concesiones especiales en la seguridad de los desfiles protestantes que pasan cerca de las zonas católicas, en los que a menudo se registran enfrentamientos.
El acuerdo se anunció al día siguiente de que Robinson regresara a su cargo de primer ministro al considerarse exculpado de cualquier ilegalidad vinculada con el aspecto financiero del escándalo político-sexual que desencadenó una relación extramarital de su esposa, un paso que los observadores indicaron que dio un empuje a las bloqueadas negociaciones.
Una investigación interna concluyó que Robinson no había incumplido las reglas a las que están sujetos los ministros en relación a las acusaciones de que su esposa Iris obtuvo 50.000 libras (56.000 euros, 80.000 dólares) para ayudar a su joven amante a montar un café.
Más de 3.500 personas murieron en Irlanda del Norte durante el periodo conocido como "The Troubles", que enfrentó a las comunidades favorables y opuestas al gobierno de Londres en la provincia en una sangrienta campaña de atentados y violencia.
Pese a los acuerdos de paz, que Gran Bretaña e Irlanda ayudaron a obtener, Irlanda del Norte sigue sufriendo todavía actos de violencia esporádica.