El encuentro había sido convocado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para tratar de encontrar una salida política a la grave crisis en el país del norte de África.
En la mesa de negociación se sentaban el líder del debilitado Gobierno reconocido a nivel internacional, Fayez al Serraj, y el general Jalifa Haftar, que domina el este del país. Ambos asintieron cuando Macron les preguntó si estaban de acuerdo con el texto de la declaración.
También lo aprobaron los líderes de dos Parlamentos rivales, el que tiene su sede en el este, Akila Saleh, y el del Supremo Consejo de Estado con sede en el oeste del país, Jaled Mishri.
Los países europeos llevan tiempo intentando resolver la guerra en Libia sobre todo porque el país es un punto principal de salida de los migrantes que cruzan el Mediterráneo para llegar al Viejo Continente.
Desde el derrocamiento de Muamar al Gaddafi hace siete años el país se encuentra envuelto en el caos, con diversas milicias disputándose el poder, apoyadas por varios países árabes.
"Tenemos el mayor interés, por el bien de nuestra seguridad, en trabajar por la estabilidad de Libia", escribió Macron poco antes del inicio de la conferencia.
Se trata del segundo intento del presidente galo por conseguir un acuerdo, ya que en agosto pasado también fue anfitrión de una cumbre entre Serraj y Haftar en la que se acordó un alto el fuego y elecciones, sin que sin embargo haya habido avances concretos.
Esta vez sin embargo Francia subrayó que la cumbre cuenta con mayor apoyo internacional: los presidentes de Níger, Chad y Túnez también estuvieron presentes, junto con el primer ministro de Argelia. Asimismo, hubo representación de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
En la mesa de negociación se sentaban el líder del debilitado Gobierno reconocido a nivel internacional, Fayez al Serraj, y el general Jalifa Haftar, que domina el este del país. Ambos asintieron cuando Macron les preguntó si estaban de acuerdo con el texto de la declaración.
También lo aprobaron los líderes de dos Parlamentos rivales, el que tiene su sede en el este, Akila Saleh, y el del Supremo Consejo de Estado con sede en el oeste del país, Jaled Mishri.
Los países europeos llevan tiempo intentando resolver la guerra en Libia sobre todo porque el país es un punto principal de salida de los migrantes que cruzan el Mediterráneo para llegar al Viejo Continente.
Desde el derrocamiento de Muamar al Gaddafi hace siete años el país se encuentra envuelto en el caos, con diversas milicias disputándose el poder, apoyadas por varios países árabes.
"Tenemos el mayor interés, por el bien de nuestra seguridad, en trabajar por la estabilidad de Libia", escribió Macron poco antes del inicio de la conferencia.
Se trata del segundo intento del presidente galo por conseguir un acuerdo, ya que en agosto pasado también fue anfitrión de una cumbre entre Serraj y Haftar en la que se acordó un alto el fuego y elecciones, sin que sin embargo haya habido avances concretos.
Esta vez sin embargo Francia subrayó que la cumbre cuenta con mayor apoyo internacional: los presidentes de Níger, Chad y Túnez también estuvieron presentes, junto con el primer ministro de Argelia. Asimismo, hubo representación de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad.