"El presidente mantuvo una posición firme y adecuada durante su estancia [en Estados Unidos], pero de la misma forma en que se negó a reunirse con Obama debería haber rechazado hablar con él por teléfono y esperar acciones concretas del gobierno estadounidense", declaró el general Mohamad Ali Jafari a Tasnimnews.com.
La critica vertida por el responsable desatiende además la petición de Rohani y del guía supremo iraní Alí Jamenei, que pidieron que los Guardianes de la Revolución no se ocupen de política.
El contacto telefónico entre el presidente iraní y el estadounidense es el primero de este tipo entre ambos países desde la ruptura de relaciones diplomáticas en 1980.
Para responder a la "buena voluntad" expresada por Irán ante la Asamblea General de la ONU, Estados Unidos debe "levantar todas las sanciones contra la nación iraní, desbloquear los haberes iraníes bloqueados en Estados Unidos, suspender su hostilidad respecto a Irán y aceptar el programa nuclear iraní", declaró el general Jafari, nombrado por el guía supremo.
La conversación del viernes se centró en el programa nuclear iraní y los dos presidentes acordaron que sus ministros de Relaciones Exteriores sigan en contacto para hallar una solución a la crisis desatada en 2005.
"En su acción, el gobierno puede cometer errores tácticos, como la entrevista telefónica, pero eso puede tal vez ser reparado", dijo el jefe del ejército de élite del régimen iraní.
"Si se comprueban errores entre los responsables, las fuerzas revolucionarias expresarán las advertencias necesarias", agregó el militar, sin dar más precisiones.
Este contacto telefónico entre los presidentes iraní y estadounidense es el primero de ese tipo entre ambos países que no tienen relaciones diplomáticas desde 1980.
Además de esta entrevista telefónica, los jefes de la diplomacia del grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) tuvieron un encuentro sin precedente con su homólogo iraní y anunciaron la reanudación de las negociaciones los días 15 y 16 de octubre en Ginebra.
Los occidentales e Israel sospechan a Irán de ocultar la parte militar con el pretexto de su programa nuclear civil, lo que desmiente Irán.
Irán está sometido desde 2006 a sanciones de la ONU, reforzadas en 2012 por un embargo petrolero y financiero impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea.
La critica vertida por el responsable desatiende además la petición de Rohani y del guía supremo iraní Alí Jamenei, que pidieron que los Guardianes de la Revolución no se ocupen de política.
El contacto telefónico entre el presidente iraní y el estadounidense es el primero de este tipo entre ambos países desde la ruptura de relaciones diplomáticas en 1980.
Para responder a la "buena voluntad" expresada por Irán ante la Asamblea General de la ONU, Estados Unidos debe "levantar todas las sanciones contra la nación iraní, desbloquear los haberes iraníes bloqueados en Estados Unidos, suspender su hostilidad respecto a Irán y aceptar el programa nuclear iraní", declaró el general Jafari, nombrado por el guía supremo.
La conversación del viernes se centró en el programa nuclear iraní y los dos presidentes acordaron que sus ministros de Relaciones Exteriores sigan en contacto para hallar una solución a la crisis desatada en 2005.
"En su acción, el gobierno puede cometer errores tácticos, como la entrevista telefónica, pero eso puede tal vez ser reparado", dijo el jefe del ejército de élite del régimen iraní.
"Si se comprueban errores entre los responsables, las fuerzas revolucionarias expresarán las advertencias necesarias", agregó el militar, sin dar más precisiones.
Este contacto telefónico entre los presidentes iraní y estadounidense es el primero de ese tipo entre ambos países que no tienen relaciones diplomáticas desde 1980.
Además de esta entrevista telefónica, los jefes de la diplomacia del grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) tuvieron un encuentro sin precedente con su homólogo iraní y anunciaron la reanudación de las negociaciones los días 15 y 16 de octubre en Ginebra.
Los occidentales e Israel sospechan a Irán de ocultar la parte militar con el pretexto de su programa nuclear civil, lo que desmiente Irán.
Irán está sometido desde 2006 a sanciones de la ONU, reforzadas en 2012 por un embargo petrolero y financiero impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea.