En un turbulenta sesión en la primera jornada de un congreso de dos días, el representante del ala moderada Georg Pazderski fracasó en el intento de ocupar uno de los dos máximos puestos de la agrupación.
Gauland fue elegido en la tercera votación después de dos intentos en los que ni Pazderski ni la representante del ala nacionalista Doris von Sayn-Wittgenstein consiguiesen la mayoría de los votos y retirasen su candidatura.
Gauland, un ex miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de 76 años que ha llenado titulares con declaraciones polémicas y xenófobas, fue elegido como único candidato con 68 por ciento de los votos. Anteriormente, los delegados confirmaron en el puesto de copresidente a Meuthen, con 72 por ciento.
Meuthen es una figura integradora en la AfD y es visto con buenos ojos por el ala radical nacionalista, pese a su perfil liberal. El político de 56 años presidía la AfD desde 2015 junto con Frauke Petry, quien dejó el partido por considerar que se había vuelto demasiado extremista y ahora es diputada independiente.
Además tiene buena relación con el dirigente ultranacionalista de la sección de Turingia Björn Höcke, contra el cual está en marcha un procedimiento de expulsión por un sonado discurso en el que pidió acabar con la cultura de la memoria del nazismo y llamó "monumento de la vergüenza" al que está dedicado a las víctimas del Holocausto en Berlín.
La AfD capitalizó el descontento gestado por la política de puertas abiertas a la inmigración de la canciller Angela Merkel y recabó un espectacular 12,6 por ciento de los votos en las elecciones generales de septiembre.
Así, se alzó como tercera fuerza por detrás de los conservadores de la CDU de Merkel y de los socialdemócratas (SDP) de Martin Schulz, y se convirtió en el primer partido de extrema derecha que desembarca en el Parlamento alemán en más de medio siglo, con 92 diputados.
El congreso se vio sin embargo ensombrecido por fuertes protestas: fuera del centro de convenciones de Hannover centenares de manifestantes trataron de bloquear las vías de acceso al recinto esta mañana y fueron dispersados por la Policía con carros lanza agua.
Varios policías y por lo menos un manifestante resultaron heridos y se produjeron varias detenciones. También el diputado de la AfD Kay Gottschalk dijo que había sido herido en una mano por manifestantes. En horas de la tarde, unas 6.500 personas marcharon desde el lugar del encuentro al centro de la ciudad.
Al comienzo del congreso, Meuthen llamó a los delegados a ejercer una "política patriota para Alemania". "Somos los únicos que podemos hacerlo", afirmó y acusó a la canciller Merkel de haber fracasado por completo a nivel político.
Mañana, los delegados elegirán a los demás miembros de la cúpula y definirán la estrategia futura de la agrupación.
Gauland fue elegido en la tercera votación después de dos intentos en los que ni Pazderski ni la representante del ala nacionalista Doris von Sayn-Wittgenstein consiguiesen la mayoría de los votos y retirasen su candidatura.
Gauland, un ex miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de 76 años que ha llenado titulares con declaraciones polémicas y xenófobas, fue elegido como único candidato con 68 por ciento de los votos. Anteriormente, los delegados confirmaron en el puesto de copresidente a Meuthen, con 72 por ciento.
Meuthen es una figura integradora en la AfD y es visto con buenos ojos por el ala radical nacionalista, pese a su perfil liberal. El político de 56 años presidía la AfD desde 2015 junto con Frauke Petry, quien dejó el partido por considerar que se había vuelto demasiado extremista y ahora es diputada independiente.
Además tiene buena relación con el dirigente ultranacionalista de la sección de Turingia Björn Höcke, contra el cual está en marcha un procedimiento de expulsión por un sonado discurso en el que pidió acabar con la cultura de la memoria del nazismo y llamó "monumento de la vergüenza" al que está dedicado a las víctimas del Holocausto en Berlín.
La AfD capitalizó el descontento gestado por la política de puertas abiertas a la inmigración de la canciller Angela Merkel y recabó un espectacular 12,6 por ciento de los votos en las elecciones generales de septiembre.
Así, se alzó como tercera fuerza por detrás de los conservadores de la CDU de Merkel y de los socialdemócratas (SDP) de Martin Schulz, y se convirtió en el primer partido de extrema derecha que desembarca en el Parlamento alemán en más de medio siglo, con 92 diputados.
El congreso se vio sin embargo ensombrecido por fuertes protestas: fuera del centro de convenciones de Hannover centenares de manifestantes trataron de bloquear las vías de acceso al recinto esta mañana y fueron dispersados por la Policía con carros lanza agua.
Varios policías y por lo menos un manifestante resultaron heridos y se produjeron varias detenciones. También el diputado de la AfD Kay Gottschalk dijo que había sido herido en una mano por manifestantes. En horas de la tarde, unas 6.500 personas marcharon desde el lugar del encuentro al centro de la ciudad.
Al comienzo del congreso, Meuthen llamó a los delegados a ejercer una "política patriota para Alemania". "Somos los únicos que podemos hacerlo", afirmó y acusó a la canciller Merkel de haber fracasado por completo a nivel político.
Mañana, los delegados elegirán a los demás miembros de la cúpula y definirán la estrategia futura de la agrupación.