Ghani fue investido en septiembre tras firmar un acuerdo para compartir el poder con su rival en las elecciones Abdulah Abdulah. El gobierno de "unidad nacional" evitó una incipiente guerra civil después de que ambos candidatos proclamaran su victoria en las elecciones.
Las largas negociaciones para nombrar a un gabinete habían llevado a un estancamiento político, que amenazaba con impulsar a los rebeldes talibanes.
La lista de los 25 nuevos ministros del "gobierno de unidad nacional" fue leída por Abdul Salam Rahimi, jefe de gabinete de Ghani, en una ceremonia en el palacio presidencial en Kabul.
Pero asignar los ministerios también se ha revelado una tarea compleja por las divisiones étnicas del país.
Ghani, un execonomista del Banco Mundial, tiene un respaldo amplio de las tribus pastún del sur y el este del país, mientras que Abdulah, un combatiente de la resistencia antitalibán, tiene el apoyo de los tayikos y de otras tribus del norte.
El ministerio de Defensa, un puesto clave en un momento en el que las fuerzas afganas tiene que asumir la retirada de las tropas de la OTAN, pasó a manos de Sher Mohammad Karimi, de la etnia pastún.
Para el ministerio de Interior, fue elegido Noorul Haq Ulumi, un pastún más cercano a Abdulah, mientras que para la cartera de Finanzas se acordó el nombre de Ghulam Jailani Popal, perteneciente también a este grupo étnico del sur del país, pero más cercano al presidente.
Entre los nombramientos hay tres mujeres, elegidas para dirigir los ministerios de Educación Superior, Información y Cultura, y Asuntos de la Mujer.
El gobierno asumirá sus funciones después de recibir la confirmación del parlamento.
- Conversaciones con los talibanes -
"Los nombramientos de hoy van a calmar a la gente, que ha estado esperando mucho tiempo un nuevo gobierno, pero va a tomar tiempo para ver si de verdad son un gobierno mejor y menos corrupto", dijo a la AFP Haroon Mir, un analista político en Kabul.
La elección presidencial del año pasado, que tenía que ser uno de los fundamentos de la estabilidad del país una vez que las fuerzas de la OTAN terminaran su misión de 13 años, estuvieron marcadas por acusaciones de fraude y agrias disputas por los resultados.
La embajada de Estados Unidos dijo en un comunicado que "celebraba los nombramientos" y esperaba "continuar con la estrecha cooperación con el gobierno de Afganistán".
Según Naciones Unidas, las muertes de civiles por el conflicto en Afganistán alcanzaron un nuevo récord en 2014 con 10.000 personas muertas o heridas, un 75% de ellas por los talibanes.
Hamid Karzai, presidente desde 2001 hasta 2014, abrió una vía de diálogo con los talibanes, que fracasó en 2013. Por su parte Ghani, ha afirmado que espera poder impulsar negociaciones de paz tras décadas de conflicto, declarando que está abierto a conversar con los rebeldes.