Abdoulaye Wade, el presidente senegalés, Bingu wa Mutharika, el presidente de Malawi y Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe, el 3 abril en Dakar
En esta primera cumbre presidida por Nicolas Sarkozy, que en varias ocasiones expresó su voluntad de dejar atrás una política que siempre buscó favorecer los intereses franco-franceses en ese continente, los africanos reclaman el apoyo de París para aumentar la influencia de su región en los organismos internacionales.
"El Consejo de Seguridad no puede permanecer sin Africa, tal como se decidió tras la Segunda Guerra Mundial", afirmó el lunes el presidente de Congo, Denis Sassou Nguesso, a la radio France Info.
Africa, que representa al 27% de los Estados miembro de la ONU, cuenta con tres de los diez escaños para miembros no permanentes en el Consejo de Seguridad. Desde hace años, varios países impulsan una reforma de esa instancia onusiana para tener en cuenta el nuevo equilibrio mundial.
En 2005, los países africanos adoptaron una posición conjunta al respecto: reclaman dos escaños permanentes con derecho de veto y al menos dos escaños no permanentes más.
Francia, en cambio, defiende una ampliación progresiva, empezando por un escaño permanente.
Sarkozy mantendrá encuentros bilaterales con el presidente sudafricano Jacob Zuma y con el nigeriano Goodluck Jonathan.
A la cumbre asistirá igualmente el presidente argelino Abdelazis Buteflika.
La cumbre será co-presidida por el mandatario egipcio Hosni Mubarak. Por primera vez estará dedicada a la economía, incluyendo reuniones entre empresarios franceses y africanos.
Durante la cumbre que concluirá el martes, los participantes debatirán a puertas cerradas sobre el lugar de Africa en la gobernanza mundial, el refuerzo de la paz y la seguridad, y el clima y el desarrollo.
Zimbabue y Madagascar son los dos únicos países africanos ausentes en Niza.
Tampoco asisten el sudanés Omar el Bechir, sobre quien pesa una orden de detención internacional dictada por la Corte Penal Internacional (CPI), ni el marfileño Laurent Gbagbo, que boicotea estos encuentros desde 2002.
Participan en cambio los tradicionales aliados de París como Camerún, Gabón, Congo, Chad y la República Centroafricana.
"El Consejo de Seguridad no puede permanecer sin Africa, tal como se decidió tras la Segunda Guerra Mundial", afirmó el lunes el presidente de Congo, Denis Sassou Nguesso, a la radio France Info.
Africa, que representa al 27% de los Estados miembro de la ONU, cuenta con tres de los diez escaños para miembros no permanentes en el Consejo de Seguridad. Desde hace años, varios países impulsan una reforma de esa instancia onusiana para tener en cuenta el nuevo equilibrio mundial.
En 2005, los países africanos adoptaron una posición conjunta al respecto: reclaman dos escaños permanentes con derecho de veto y al menos dos escaños no permanentes más.
Francia, en cambio, defiende una ampliación progresiva, empezando por un escaño permanente.
Sarkozy mantendrá encuentros bilaterales con el presidente sudafricano Jacob Zuma y con el nigeriano Goodluck Jonathan.
A la cumbre asistirá igualmente el presidente argelino Abdelazis Buteflika.
La cumbre será co-presidida por el mandatario egipcio Hosni Mubarak. Por primera vez estará dedicada a la economía, incluyendo reuniones entre empresarios franceses y africanos.
Durante la cumbre que concluirá el martes, los participantes debatirán a puertas cerradas sobre el lugar de Africa en la gobernanza mundial, el refuerzo de la paz y la seguridad, y el clima y el desarrollo.
Zimbabue y Madagascar son los dos únicos países africanos ausentes en Niza.
Tampoco asisten el sudanés Omar el Bechir, sobre quien pesa una orden de detención internacional dictada por la Corte Penal Internacional (CPI), ni el marfileño Laurent Gbagbo, que boicotea estos encuentros desde 2002.
Participan en cambio los tradicionales aliados de París como Camerún, Gabón, Congo, Chad y la República Centroafricana.