Una clase para niñas y otra para los niños. Alcalá de Henares (203.000 habitantes) tendrá a partir del próximo curso un colegio religioso del Opus Dei que separará a los alumnos por sexos. Estará construido en una parcela de terreno público de 24.000 metros cuadrados que le ha cedido el Gobierno regional de Esperanza Aguirre en el Ensanche de Alcalá. El colegio Alborada, que así se llamará, ya está haciendo entrevistas a sus futuros estudiantes.
Es la segunda parcela pública que la Consejería de Educación cede en los últimos dos meses para centros religiosos que separan por sexos. La anterior, de 26.000 metros cuadrados, fue para un colegio concertado en Alcorcón que también abrirá el próximo curso. Las concesiones madrileñas llegan al mismo tiempo que otras comunidades autónomas, como Andalucía o Baleares, aprueban medidas para dejar de financiar con fondos públicos a colegios que todavía separan. Oposición y sindicatos de Alcalá, gobernada por el PP, rechazan la ayuda al colegio ultracatólico y aseguran que lo que el municipio demanda es educación pública.
El convenio del colegio, que construirá la fundación Tajamar, contempla la cesión del suelo durante 75 años por un canon anual de 12.500 euros, según el promotor del proyecto, Alfonso Aguiló. Tajamar compitió con otras dos propuestas y mejoró el canon de partida en 4.500 euros.
El colegio Alborada impartirá clases desde la etapa infantil hasta Bachillerato (de cero a 18 años). El primer curso, el próximo septiembre, sólo admitirá estudiantes hasta los 11 años, el último curso de primaria. El centro, cuyas obras concluirán en tres años, defiende la separación por sexos para "atender más específicamente a la diversidad entre el hombre y la mujer, que tienen la misma dignidad y los mismos derechos, pero presentan diferencias que afectan a toda su persona", según los principios educativos colgados en su página web.
La Consejería de Educación ha cedido otros terrenos para un centro público de Primaria y Secundaria que abrirá también en septiembre en el Ensanche, una zona de expansión con alta demanda escolar en la que ya funcionan dos centros educativos que ya no disponen de más plazas.
La parcela que corresponde al centro público es 10.000 metros cuadrados más pequeña que la cedida al Opus. Tanto Educación como el Ayuntamiento de Alcalá, que fue el que cedió el suelo a la Comunidad de Madrid para instalaciones educativas, explican que el centro público necesita menos espacio porque cubre un ciclo educativo más corto.
El grupo municipal socialista de Alcalá lo considera una "estrategia" contra la educación pública, según la concejala Eva Llarandi. "Contar con un espacio mucho más grande permitirá que el colegio del Opus construya unas instalaciones más atractivas que el público", añade. El centro incluirá laboratorios, pista cubierta de gimnasia y baloncesto y pistas polideportivas al aire libre además de un oratorio. PSOE, Comisiones Obreras y asociaciones de padres de alumnos de Alcalá planean movilizaciones contra la cesión al centro religioso.
El colegio Alborada ha abierto ya una oficina de información en la misma parcela donde construirán el centro. "En apenas 20 días hemos hecho 350 entrevistas, el interés ha superado nuestras previsiones", explica Alfonso Aguiló, presidente de Tajamar, que gestiona un colegio en Puente de Vallecas abierto hace 50 años. Hasta el momento, admiten solicitudes para el primer ciclo de infantil (cero a tres años). En abril admitirán las solicitudes de primaria, como el resto de centros.
Madrid es una de las comunidades autónomas con más centros concertados que separan a niños y niñas, con nueve colegios. Está por detrás de Cataluña (15) o Andalucía (11). El gobierno autonómico de esta última, igual que Baleares, acaba de aprobar una orden que corta la financiación pública para este tipo de centros, algo que también prevé hacer Cataluña. La Ley Orgánica de Educación (LOE) establece que los centros mixtos "serán objeto de atención preferente y prioritaria", que no se puede discriminar por sexos y abre la puerta a eliminar las subvenciones para aquellos que separan.
El Ministerio de Educación deja la elección a cada comunidad autónoma. Madrid no prevé ninguna iniciativa similar. Al contrario. El vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, explicó el jueves que está "en contra" de que las comunidades autónomas retiren conciertos económicos a los colegios que separan por sexos. "Cada uno puede elegir llevar a sus hijos al colegio que quiera, separados, no separados o juntos", concluyó González.
Es la segunda parcela pública que la Consejería de Educación cede en los últimos dos meses para centros religiosos que separan por sexos. La anterior, de 26.000 metros cuadrados, fue para un colegio concertado en Alcorcón que también abrirá el próximo curso. Las concesiones madrileñas llegan al mismo tiempo que otras comunidades autónomas, como Andalucía o Baleares, aprueban medidas para dejar de financiar con fondos públicos a colegios que todavía separan. Oposición y sindicatos de Alcalá, gobernada por el PP, rechazan la ayuda al colegio ultracatólico y aseguran que lo que el municipio demanda es educación pública.
El convenio del colegio, que construirá la fundación Tajamar, contempla la cesión del suelo durante 75 años por un canon anual de 12.500 euros, según el promotor del proyecto, Alfonso Aguiló. Tajamar compitió con otras dos propuestas y mejoró el canon de partida en 4.500 euros.
El colegio Alborada impartirá clases desde la etapa infantil hasta Bachillerato (de cero a 18 años). El primer curso, el próximo septiembre, sólo admitirá estudiantes hasta los 11 años, el último curso de primaria. El centro, cuyas obras concluirán en tres años, defiende la separación por sexos para "atender más específicamente a la diversidad entre el hombre y la mujer, que tienen la misma dignidad y los mismos derechos, pero presentan diferencias que afectan a toda su persona", según los principios educativos colgados en su página web.
La Consejería de Educación ha cedido otros terrenos para un centro público de Primaria y Secundaria que abrirá también en septiembre en el Ensanche, una zona de expansión con alta demanda escolar en la que ya funcionan dos centros educativos que ya no disponen de más plazas.
La parcela que corresponde al centro público es 10.000 metros cuadrados más pequeña que la cedida al Opus. Tanto Educación como el Ayuntamiento de Alcalá, que fue el que cedió el suelo a la Comunidad de Madrid para instalaciones educativas, explican que el centro público necesita menos espacio porque cubre un ciclo educativo más corto.
El grupo municipal socialista de Alcalá lo considera una "estrategia" contra la educación pública, según la concejala Eva Llarandi. "Contar con un espacio mucho más grande permitirá que el colegio del Opus construya unas instalaciones más atractivas que el público", añade. El centro incluirá laboratorios, pista cubierta de gimnasia y baloncesto y pistas polideportivas al aire libre además de un oratorio. PSOE, Comisiones Obreras y asociaciones de padres de alumnos de Alcalá planean movilizaciones contra la cesión al centro religioso.
El colegio Alborada ha abierto ya una oficina de información en la misma parcela donde construirán el centro. "En apenas 20 días hemos hecho 350 entrevistas, el interés ha superado nuestras previsiones", explica Alfonso Aguiló, presidente de Tajamar, que gestiona un colegio en Puente de Vallecas abierto hace 50 años. Hasta el momento, admiten solicitudes para el primer ciclo de infantil (cero a tres años). En abril admitirán las solicitudes de primaria, como el resto de centros.
Madrid es una de las comunidades autónomas con más centros concertados que separan a niños y niñas, con nueve colegios. Está por detrás de Cataluña (15) o Andalucía (11). El gobierno autonómico de esta última, igual que Baleares, acaba de aprobar una orden que corta la financiación pública para este tipo de centros, algo que también prevé hacer Cataluña. La Ley Orgánica de Educación (LOE) establece que los centros mixtos "serán objeto de atención preferente y prioritaria", que no se puede discriminar por sexos y abre la puerta a eliminar las subvenciones para aquellos que separan.
El Ministerio de Educación deja la elección a cada comunidad autónoma. Madrid no prevé ninguna iniciativa similar. Al contrario. El vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, explicó el jueves que está "en contra" de que las comunidades autónomas retiren conciertos económicos a los colegios que separan por sexos. "Cada uno puede elegir llevar a sus hijos al colegio que quiera, separados, no separados o juntos", concluyó González.