Un agujero negro.
"Hay una relación simbiótica entre los agujeros negros y sus galaxias desde el alba de los tiempos", afirmó Kevin Schawinski (Universidad de Yale, Estados Unidos) quien contribuyó a la investigación sobre los agujeros negros masivos que se encuentran en el corazón de las galaxias.
En los lejanos quasares, luminosos núcleos activos de galaxias, los astrónomos ya habían descubierto agujeros negros de más de mil millones de masas solares, que habrían existido menos de mil millones de años después del Big Bang.
Los autores del nuevo estudio, que apareció en la revista científica británica Nature, estudiaron una muestra más amplia de agujeros negros que se supone están en el centro de unas 200 galaxias muy lejanas detectadas por el telescopio espacial Hubble.
Estas galaxias al parecer existieron de 700 a 950 millones de años después del Big Bang. Por lo tanto, su luz habría viajado cerca de 13.000 millones de años en el cosmos antes de ser captada por el Hubble.
¿Cómo detectar agujeros negros a tales distancias en el tiempo y en el espacio? Los gases y los polvos se arremolinan a gran velocidad antes de ser devorados por esos ogros del espacio, emitiendo rayos X.
Gracias a Chandra, el telescopio de rayos X de la NASA, Kevin Schawinski, Ezequiel Treister (Universidad de Hawái) y sus colegas lograron detectar las ínfimas radiaciones --unos pocos fotones X de alta energía por galaxia--, que franquearon tales distancias.
Tras haber adicionado y ampliado las radiaciones de los agujeros negros de unas 200 galaxias estudiadas, el equipo de Treister cree que "los agujeros negros han crecido junto con las galaxias que los han albergado a lo largo de toda la historia del cosmos".
Concluyen que esos agujeros negros --ocultos por la gran cantidad de gases y polvo que absorbían la mayor parte de las radiaciones, salvo los rayos X--, "crecieron significativamente más rápido" durante los primeros tiempos de lo que se creía hasta ahora.
Pero algunas preguntas claves siguen en suspenso: ¿Cómo fueron engendrados los precursores de esos agujeros negros supermasivos? ¿Qué mecanismo posibilitó esa coevolución entre agujeros negros y galaxias?, subraya en un comentario el astrónomo Alexey Vikhlinin, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, Cambridge, en Estados Unidos.
En los lejanos quasares, luminosos núcleos activos de galaxias, los astrónomos ya habían descubierto agujeros negros de más de mil millones de masas solares, que habrían existido menos de mil millones de años después del Big Bang.
Los autores del nuevo estudio, que apareció en la revista científica británica Nature, estudiaron una muestra más amplia de agujeros negros que se supone están en el centro de unas 200 galaxias muy lejanas detectadas por el telescopio espacial Hubble.
Estas galaxias al parecer existieron de 700 a 950 millones de años después del Big Bang. Por lo tanto, su luz habría viajado cerca de 13.000 millones de años en el cosmos antes de ser captada por el Hubble.
¿Cómo detectar agujeros negros a tales distancias en el tiempo y en el espacio? Los gases y los polvos se arremolinan a gran velocidad antes de ser devorados por esos ogros del espacio, emitiendo rayos X.
Gracias a Chandra, el telescopio de rayos X de la NASA, Kevin Schawinski, Ezequiel Treister (Universidad de Hawái) y sus colegas lograron detectar las ínfimas radiaciones --unos pocos fotones X de alta energía por galaxia--, que franquearon tales distancias.
Tras haber adicionado y ampliado las radiaciones de los agujeros negros de unas 200 galaxias estudiadas, el equipo de Treister cree que "los agujeros negros han crecido junto con las galaxias que los han albergado a lo largo de toda la historia del cosmos".
Concluyen que esos agujeros negros --ocultos por la gran cantidad de gases y polvo que absorbían la mayor parte de las radiaciones, salvo los rayos X--, "crecieron significativamente más rápido" durante los primeros tiempos de lo que se creía hasta ahora.
Pero algunas preguntas claves siguen en suspenso: ¿Cómo fueron engendrados los precursores de esos agujeros negros supermasivos? ¿Qué mecanismo posibilitó esa coevolución entre agujeros negros y galaxias?, subraya en un comentario el astrónomo Alexey Vikhlinin, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, Cambridge, en Estados Unidos.