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ElBaradei habló en Teherán tras mantener conversaciones con responsables iraníes con respecto a la recién desvelada instalación de enriquecimiento de uranio de Qom en medio de informes occidentales que señalan que Irán ha adquirido suficientes datos como para construir una bomba. “Es importante para nosotros enviar a nuestros inspectores para tener una verificación global de la instalación y asegurar que ella va a ser utilizada para propósitos pacíficos,” señaló. “Nos hemos puesto de acuerdo en que nuestros inspectores visitarán el sitio el 25 de octubre.”
ElBaradei, que estaba sentado junto con el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, dijo que las conversaciones habían sido un éxito y que veía la posibilidad de diluir la crisis internacional relativa al programa nuclear de Irán.
Él dijo que responsables de EEUU, Francia, Rusia e Irán se reunirán en Viena el 19 de octubre para mantener conversaciones sobre el posible enriquecimiento del uranio de Irán hasta un grado mayor en el extranjero.
“Necesitamos transparencia de parte de Irán y cooperación de parte de la comunidad internacional,” dijo ElBaradei, que habló también de un “cambio de orientación” en las relaciones entre Irán y las potencias occidentales.
El anuncio, realizado por Teherán la semana anterior a las conversaciones de Ginebra entre Irán y las seis potencias, de que estaba construyendo una segunda planta de enriquecimiento de uranio dentro de una montaña en Qom provocó una reacción indignada de las potencias occidentales. Ahmadineyad señaló que la revelación de Teherán significaba que la República Islámica estaba siendo franca y transparente con respecto a su programa nuclear.
El sábado, un artículo aparecido en el New York Times afirmó que un “análisis” confidencial de la AIEA había concluido que Irán ha adquirido suficiente información para diseñar y producir una bomba atómica “que funcione.”
El Times señaló que el informe de la AIEA subrayaba que sus conclusiones eran provisionales y estaban sujetas a una posterior confirmación basada en las evidencias procedentes de las agencias de inteligencia y de sus propias investigaciones.
Las conversaciones de Ginebra fueron las primeras de su tipo en 15 meses y los responsables occidentales reconocieron que se había iniciado una “relación” con Irán en el tema nuclear.
El analista iraní Mohammad Saleh Sedguian dijo que Teherán había mantenido la iniciativa en las conversaciones de Ginebra, ya que conservó en esta fase el derecho a enriquecer uranio. “Irán fue capaz de conseguir el reconocimiento a sus actividades de enriquecimiento de uranio cuando se acordó que pueda ofrecer su uranio enriquecido a bajo nivel para que sea enriquecido a un mayor nivel fuera de Irán,” dijo Sedguian a AFP.
Irán también logró ampliar los temas objeto de las conversaciones para discutir no sólo su archivo nuclear, sino una amplia gama de asuntos, incluyendo el desarme nuclear, señaló.
ElBaradei, que estaba sentado junto con el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, dijo que las conversaciones habían sido un éxito y que veía la posibilidad de diluir la crisis internacional relativa al programa nuclear de Irán.
Él dijo que responsables de EEUU, Francia, Rusia e Irán se reunirán en Viena el 19 de octubre para mantener conversaciones sobre el posible enriquecimiento del uranio de Irán hasta un grado mayor en el extranjero.
“Necesitamos transparencia de parte de Irán y cooperación de parte de la comunidad internacional,” dijo ElBaradei, que habló también de un “cambio de orientación” en las relaciones entre Irán y las potencias occidentales.
El anuncio, realizado por Teherán la semana anterior a las conversaciones de Ginebra entre Irán y las seis potencias, de que estaba construyendo una segunda planta de enriquecimiento de uranio dentro de una montaña en Qom provocó una reacción indignada de las potencias occidentales. Ahmadineyad señaló que la revelación de Teherán significaba que la República Islámica estaba siendo franca y transparente con respecto a su programa nuclear.
El sábado, un artículo aparecido en el New York Times afirmó que un “análisis” confidencial de la AIEA había concluido que Irán ha adquirido suficiente información para diseñar y producir una bomba atómica “que funcione.”
El Times señaló que el informe de la AIEA subrayaba que sus conclusiones eran provisionales y estaban sujetas a una posterior confirmación basada en las evidencias procedentes de las agencias de inteligencia y de sus propias investigaciones.
Las conversaciones de Ginebra fueron las primeras de su tipo en 15 meses y los responsables occidentales reconocieron que se había iniciado una “relación” con Irán en el tema nuclear.
El analista iraní Mohammad Saleh Sedguian dijo que Teherán había mantenido la iniciativa en las conversaciones de Ginebra, ya que conservó en esta fase el derecho a enriquecer uranio. “Irán fue capaz de conseguir el reconocimiento a sus actividades de enriquecimiento de uranio cuando se acordó que pueda ofrecer su uranio enriquecido a bajo nivel para que sea enriquecido a un mayor nivel fuera de Irán,” dijo Sedguian a AFP.
Irán también logró ampliar los temas objeto de las conversaciones para discutir no sólo su archivo nuclear, sino una amplia gama de asuntos, incluyendo el desarme nuclear, señaló.
