Fuerzas de seguridad y manifestantes se enfrentaron en El Cairo, y en otras localidades, en particular al norte de la capital egipcia.
En la página web del diario estatal Al Ahram, citando al ministerio de Salud, indica que al menos once personas murieron y 30 personas resultaron heridas en esos enfrentamientos.
Para conmemorar el aniversario de la revuelta popular de 2011, los partidarios del expresidente islamista Mohamed Mursi habían llamado a manifestarse contra el exjefe del ejército y actual presidente del país, Abdel Fatah Al Sisi.
Según el ministerio del Interior, un policía perdió la vida en los enfrentamientos con islamistas al norte de El Cairo, donde también fallecieron manifestantes.
Se ignora si el policía fallecido forma parte del balance de 11 personas muertas proporcionado por Al-Ahram.
En la capital, la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a centenares de manifestantes que intentaban dirigirse a la plaza Tahrir.
Blindados del ejército vigilaban la plaza, epicentro de la revuelta de 2011. Algunas decenas de partidarios de Sisi se habían congregado cerca de la plaza, enarbolando banderas egipcias y gritando "Viva Egipto", constató un periodista de la AFP.
"Son los funerales de la revolución", se lamenta tristemente Mamduh Hamza, una de las figuras de la revuelta de 2011, que se hallaba en el lugar. "La situación no ha mejorado, y nada ha cambiado desde que Sisi está en el poder" afirma.
En otros lugares de la capital, donde las calles estaban desiertas y los policías con ametralladoras vigilaban el centro, manifestantes islamistas quemaron un quiosco policial.
- 18 días de revuelta popular -
El 25 de enero de 2011 marca el inicio de 18 días de masivas manifestaciones que obligaron a Mubarak a dimitir el 11 de febrero.
Al Sisi, elegido en mayo pasado con mas del 90% de los votos tras haber depuesto a Mursi en julio de 2013, tiene el apoyo de gran parte de la opinión pública, harta de cuatro años de inestabilidad política y de crisis económica.
Pero Al Sisi es acusado de haber instaurado un régimen aún más autoritario que el de Mubarak, y de reprimir cualquier tipo de oposición, que sea laica o islamista.
Depués de la destitución de Mursi en 2013, soldados y policías han matado a más de 1.400 manifestantes islamistas y más de 15.000 personas han sido detenidas. La ONU denuncia asimismo las penas de muerte pronunciadas en procesos colectivos, a los que considera que no tienen "precedente en la historia reciente" del país.
Los grupos yihadistas, que dicen actuar en represalia por esta represión, han multiplicado los ataques contra las fuerzas de seguridad en todo el país.
Por otra parte, el sábado, otro manifestante murió durante la represión de una manifestación también de conmemoración del levantamiento de 2011 convocada por fuerzas de izquierda.