Fuentes de seguridad y testigos habían indicado previamente que siete personas habían muerto, agregando que este número podría aumentar.
Civiles que estaban siendo controlados en este puesto de seguridad figuran entre los heridos, indicó una fuente policial.
La explosión dejó un enorme agujero, dijo a la AFP un testigo.
"Este acto alevoso tiene lugar cuando el ejército libio (...) despliega efectivos para instaurar la seguridad (...), en particular en la ciudad de Bengasi", lamentó el gobierno en un comunicado.
Fraj al-Abdelli, jefe del puesto de control, que resultó herido en el ataque, explicó que su unidad arrestó a finales de noviembre a cuatro personas que venían del este del país en posesión de armas, dinero, y explosivos.
Durante el traslado de estos hombres a un cuartel de las fuerzas especiales en Bengasi, el convoy fue víctima de un ataque en el que murieron tres soldados.
Desde entonces, este puesto de control ha recibido varias amenazas, afirmó al-Abdelli.
Dos años después del derrocamiento de Muamar Gadafi, con la ayuda de países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, las autoridades libias de transición todavía no han logrado controlar a las milicias armadas ni evitar ataques y asesinatos en la región oriental de Libia, en particular en Bengasi.