"En las últimas horas fueron admitidos en hospitales de Trípoli 15 muertos y 95 heridos, muchos de ellos de gravedad", dijo a la AFP un portavoz del ministerio de Salud libio, sin poder precisar cuántas víctimas eran manifestantes y cuántas murieron en un posterior ataque de represalia al cuartel de la milicia.
"La confusión es total", puntualizó, agregando que el número final de muertos podría ser superior. "Siguen llegando heridos a los hospitales", afirmó.
Los milicianos habían disparado contra centenas de manifestantes que les exigían que se fueran de su barrio, matando al menos a cinco personas e hiriendo a 50 más, había indicado previamente el ministerio de Salud libio a la AFP.
Cuando los manifestantes se acercaron al cuartel de los milicianos en el barrio de Gharghur, los miembros de esta milicia de Misrata (al este de Trípoli) efectuaron disparos al aire para intentar dispersarlos pero, como se negaban a hacerlo, abrieron fuego contra ellos, constató la AFP.
Para Sadat al Badri, quien preside el consejo de la ciudad de Trípoli y había llamado a manifestarse este viernes, los disparos contra los manifestantes vinieron de dentro del cuartel general de la milicia.
Los manifestantes se habían juntado en la céntrica plaza Meliana, enarbolando la bandera nacional y banderines blancos para subrayar el carácter pacífico de la manifestación.
La concentración se produjo después de que los imanes pidieran a los habitantes de la capital que se manifestaran contra las milicias. Los imanes se hacían eco de los llamamientos del muftí (principal autoridad religiosa del país) y del Consejo local de Trípoli, el equivalente al ayuntamiento.
Entonando el himno nacional, los manifestantes se dirigieron al barrio de Gharghur, donde se encuentran varias milicias de Misrata.
Esta manifestación se producía en reacción a los enfrentamientos armados entre milicias del jueves por la noche que causaron dos muertos y una treintena de heridos en el centro de Trípoli.
Posteriormente, tras la manifestación, hombres armados incendiaron el cuartel de los milicianos de Misrata en Gharghur, según testigos.
Uno de estos testigos, Ibrahim, dijo que "la mayoría de los miembros de la milicia se habían atrincherado dentro de un solo edificio".
Según este testigo, posteriormente, los milicianos abandonaron este edificio y huyeron. Algunos de ellos resultaron heridos y otros fueron arrestados, agregó.
"La tensión está creciendo en Trípoli. Vamos a anunciar una huelga general y lanzar una campaña de desobediencia civil hasta que estas milicias se vayan", declaró por su parte Badri.
Dos años después del derrocamiento de Muamar Gadafi, con la ayuda de países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, las autoridades libias de transición hacen frente a milicias armadas que no consiguen controlar.
Tras la caída de Gadafi, el gobierno libio usó a las milicias, incluyendo a varios grupos islamistas, para intentar garantizar la seguridad del país. Un plan de integración de estos jóvenes en las fuerzas regulares fracasó, tras el rechazo de la mayoría de ellos a ser reclutados individualmente.