El principal grupo rebelde del país, el Movimiento Talibán de Pakistán (TTP), reivindicó el atentado.
"Reivindicamos la responsabilidad del ataque como parte de nuestra lucha contra un sistema laico", dijo a la AFP por teléfono Shahidullah Shahid, un portavoz del TTP, desde un lugar no revelado.
"Seguiremos llevando a cabo ataques similares", añadió.
El atentado se produjo en la ciudad de Bannu, en el noroeste del país, cerca de la zona tribal de Waziristán del Norte, feudo de los talibanes afganos y paquistaníes y de otros grupos islamistas armados vinculados a Al Qaida.
"La explosión se produjo muy cerca de uno de los vehículos del convoy, matando a 20 soldados e hiriendo a otros 30", declaró a la AFP un alto responsable de las fuerzas de seguridad paquistaníes.
"Estamos intentando comprender la índole exacta de la explosión y determinar si se trató de una mina terrestre o de un atentado suicida", añadió este responsable.
El Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP, talibanes de Pakistán) e insurgentes vinculados a Al Qaida han llevado a cabo en los últimos años una sangrienta campaña contra el Estado paquistaní.