Según testigos y fuentes de seguridad, cuatro coches bombas estallaron frente a mezquitas en Saná y otro tuvo como objetivo la casa del jefe del comité político de los rebeldes hutíes, Saleh al Sammad.
En un comunicado difundido en portales internet islamistas, el EI afirmó haber cometido cuatro atentados con coches bomba: dos contra mezquitas, uno contra la sede del comité político de los rebeldes hutíes y otro contra la casa de un jefe rebelde.
Los atentados, perpetrados la víspera del comienzo del mes de ayuno del ramadán, dejaron 31 muertos y decenas de heridos, indicaron fuentes médicas.
Este mismo miércoles se están llevando a cabo en Ginebra conversaciones en las que la ONU intenta convencer a las partes en conflicto para que inicien negociaciones, sin que hasta el momento se haya logrado ningún avance.
El conflicto ha dejado desde mayo 2.600 muertos en Yemen según la ONU, y la situación humanitaria es catastrófica en este país pobre de la península arábiga.
Una coalición árabe dirigida por Arabia Saudí, donde está instalado el gobierno en el exilio de Abd Rabo Mansur Hadi, bombardea desde finales de mayo las posiciones de los rebeldes chiitas hutíes, que cuentan con el apoyo de Irán y de fuerzas leales al ex presidente yemení Alí Abdalá Saleh.