Una primera bomba estalló en las inmediaciones del café y poco después, cuando la gente se agolpaba en el lugar del atentado, un kamikaze hizo estallar su cinturón de explosivos, indicó un coronel de la policía iraquí
Los cafes de Bagdad y de otras ciudades iraquíes son blancos frecuentes de los atentados, al igual que otras zonas con agrupaciones de personas, incluidos mercados, mezquitas y canchas de fútbol.
El viernes un coche bomba estalló cerca de una heladería en el este de Bagdad y mató al menos a 16 personas.
Con el último ataque, han muerto más de 470 personas en lo que va de mes, y 5.200 desde principios de año, según cifras de la AFP que se basan en fuentes de seguridad y médicas.