Desde el 15 de octubre pasado, los combates, atentados y ejecuciones dejaron un balance de al menos 340 muertos, entre ellos 200 soldados.
El ejército libio decidió apoyar la ofensiva del general en retiro Haftar contra las milicias islamistas.
Entre las víctimas se encuentran numerosos civiles, indicaron fuentes médicas.
La cantidad de bajas en filas de las milicias islamistas no se pudo determinar debido a que esas fuerzas no curan a sus heridos en los hospitales de la ciudad y no dan cuenta de sus víctimas.
Los combates han provocado en Bengasi, segunda ciudad de Libia después de Trípoli, una penuria de medicamentos, combustibles y alimentos.