"La zona que fue blanco (del ataque) es un área donde viven musulmanes y cristianos", añadió.
Un sacerdote asirio de Dura confirmó a la AFP que la iglesia "no tenía nada que ver con el atentado", y el patriarca caldeo, Louis-Raphaël Sako, recalcó que el ataque "iba dirigido contra un lugar pobre cercano a la iglesia de Dura".
La embajada de Estados Unidos en Bagdad condenó el atentado en un comunicado.
El año 2013 ha sido terrible para Irak, con niveles de violencia similares a los de 2008, cuando el país salía de una guerra civil.
Más de 6.650 personas han muerto desde el comienzo del año en el país, según un balance de la AFP.
La mayor parte de los atentados tienen lugar en lugares muy concurridos, como mercados, cafeterías, campos de fútbol, mezquitas, para causar el mayor número de víctimas posible.
Al norte de Bagdad, una bomba estalló el miércoles bajo las graderías de un estadio de fútbol, matando a cuatro personas, entre ellas dos policías, e hiriendo a 11.
Según un informe publicado en marzo, por lo menos 112.000 civiles murieron en Irak en los 10 años transcurridos desde la invasión de 2003 dirigida por Estados Unidos, que derrocó a Sadam Husein.
La invasión estadounidense que puso fin al régimen de Husein abrió un capítulo sangriento de la historia de Irak, convirtiendo el país en un campo de batalla entre insurgentes y tropas extranjeras.
Las autoridades suelen acusar de esta violencia a Al Qaida y consideran que la guerra civil en la vecina Siria está favoreciendo a los miembros de la red islamista.
Este miércoles, otro atentado con bomba en el sur de Bagdad mató a una persona y causó heridas a tres.
En Tikrit, en el norte de Irak, hombres armados abatieron a tres policías, y en una carretera entre Kirkuk y Tuz Jurmatu una persona murió y otras siete resultaron heridas al estallar varias bombas.