Albert Marimon
Y lo ha hecho con alguno de los platos fuertes de su programa, la presentación del premio Cocinero del Año, que ha tenido como ganador a Albert Marimon, del restaurante La Cava, en Tàrrega (Urgell).
Marimon, el más votado por los lectores a través de la web de La Vanguardia, competía con Jordi Garrido, del Mas de Torrent, en Torrent (Baix Empordà) y los cocineros Mandu Gimeno (Bohèmic), Antonio Romero (Suculent) y Àlex Suñé (Mi921), todos ellos ubicados en Barcelona. El premio, lo ha dejado claro Pep Palau, codirector del Forum con Jaume von Arend, no es tanto ser el más votado como llegar a formar parte de los cinco candidatos que fueron elegidos por un jurado de expertos. Su juventud, su talento, su espíritu emprendedor y una sensibilidad especial hacia la cocina sostenible han sido los requisitos que los han llevado a optar al Cocinero del Año. En el caso de Albert Marimon, que recibió como premio una escultura creada por Enric Pladevall, esa sensibilidad no sólo se refleja en su personalidad y sus platos sino también en la de su socio, el experto en botánica David Moreno, un jefe de sala enamorado del bosque y de los productos silvestres que forman parte de la despensa de La Cava.
El pequeño restaurante que ambos regentan en Tàrrega ha supuesto toda una revolución en la zona, donde la oferta de cocina creativa es escasa, tanto por el interés de su propuesta como por el precio, más que asequible, con un menú diario que ronda los 8 euros y tapas que no pasan de los tres y cuatro euros cada una.
La apuesta por el producto de la zona, como los ajos de Belltall, pueblo que está a sólo 15 kilómetros, tienen puesto fijo en una carta repleta de elaboraciones sencillas y bien ejecutadas. Tal como el propio Marimon contaba en el vídeo de presentación que los lectores de La Vanguardia pudieron ver en la web, cuentan con más de un centenar de proveedores que les traen los productos de temporada a diario o una vez por semana. La trayectoria de Marimon ha estado marcada hasta ahora por la discreción y la perseverancia. Los premios se han anunciado después de que los cinco candidatos –nerviosos a la espera del resultado del concurso- cocinaran frente a un auditorio repleto, en el que a continuación han ofrecido su ponencia los hermanos Roca, de El Celler de Can Roca. Éstos han querido aprovechar el Forum para presentar, en su propia ciudad, tanto algunas de sus últimas elaboraciones como para hacer un homenaje al academicismo, a la tradición y a la memoria y para presentar dos de sus proyectos más inminentes vinculados al mundo de la cultura: el libro El Celler de Can Roca, sobre el que ha hablado el periodista Josep Maria Fonalleras, y el proyecto Somni, que se mostrará en primavera y que relaciona cocina, arte y música. Se trata de un proyecto complejo, que realizan con el artista Franc Aleu, y a través del que dialogan con diversas disciplinas y exploran los límites de la creatividad gastronómica y de la capacidad de sentir. El proyecto culminará en una cena para doce comensales elegidos entre personalidades de diferentes ámbitos a los que admiran profundamente (se desvelarán más adelante) que se realizará en el Centre d’Art Santa Mònica el 6 de mayo. Una cena en la que éstos se sumergirán en un mundo de sensaciones creado con la colaboración de numerosos artistas e intelectuales. También habrá una exposición de las cartas –obra de Peret- que han utilizado como material de trabajo, y una futura película sobre el intenso trabajo creativo que han realizado.
Marimon, el más votado por los lectores a través de la web de La Vanguardia, competía con Jordi Garrido, del Mas de Torrent, en Torrent (Baix Empordà) y los cocineros Mandu Gimeno (Bohèmic), Antonio Romero (Suculent) y Àlex Suñé (Mi921), todos ellos ubicados en Barcelona. El premio, lo ha dejado claro Pep Palau, codirector del Forum con Jaume von Arend, no es tanto ser el más votado como llegar a formar parte de los cinco candidatos que fueron elegidos por un jurado de expertos. Su juventud, su talento, su espíritu emprendedor y una sensibilidad especial hacia la cocina sostenible han sido los requisitos que los han llevado a optar al Cocinero del Año. En el caso de Albert Marimon, que recibió como premio una escultura creada por Enric Pladevall, esa sensibilidad no sólo se refleja en su personalidad y sus platos sino también en la de su socio, el experto en botánica David Moreno, un jefe de sala enamorado del bosque y de los productos silvestres que forman parte de la despensa de La Cava.
El pequeño restaurante que ambos regentan en Tàrrega ha supuesto toda una revolución en la zona, donde la oferta de cocina creativa es escasa, tanto por el interés de su propuesta como por el precio, más que asequible, con un menú diario que ronda los 8 euros y tapas que no pasan de los tres y cuatro euros cada una.
La apuesta por el producto de la zona, como los ajos de Belltall, pueblo que está a sólo 15 kilómetros, tienen puesto fijo en una carta repleta de elaboraciones sencillas y bien ejecutadas. Tal como el propio Marimon contaba en el vídeo de presentación que los lectores de La Vanguardia pudieron ver en la web, cuentan con más de un centenar de proveedores que les traen los productos de temporada a diario o una vez por semana. La trayectoria de Marimon ha estado marcada hasta ahora por la discreción y la perseverancia. Los premios se han anunciado después de que los cinco candidatos –nerviosos a la espera del resultado del concurso- cocinaran frente a un auditorio repleto, en el que a continuación han ofrecido su ponencia los hermanos Roca, de El Celler de Can Roca. Éstos han querido aprovechar el Forum para presentar, en su propia ciudad, tanto algunas de sus últimas elaboraciones como para hacer un homenaje al academicismo, a la tradición y a la memoria y para presentar dos de sus proyectos más inminentes vinculados al mundo de la cultura: el libro El Celler de Can Roca, sobre el que ha hablado el periodista Josep Maria Fonalleras, y el proyecto Somni, que se mostrará en primavera y que relaciona cocina, arte y música. Se trata de un proyecto complejo, que realizan con el artista Franc Aleu, y a través del que dialogan con diversas disciplinas y exploran los límites de la creatividad gastronómica y de la capacidad de sentir. El proyecto culminará en una cena para doce comensales elegidos entre personalidades de diferentes ámbitos a los que admiran profundamente (se desvelarán más adelante) que se realizará en el Centre d’Art Santa Mònica el 6 de mayo. Una cena en la que éstos se sumergirán en un mundo de sensaciones creado con la colaboración de numerosos artistas e intelectuales. También habrá una exposición de las cartas –obra de Peret- que han utilizado como material de trabajo, y una futura película sobre el intenso trabajo creativo que han realizado.