Con vistas a la epidemia de cólera en Zimbabwe y a los obstáculos para la formación de un gobierno en el país africano, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, instó a la Unión Africana (UA) a adoptar una posición común frente a los gobernantes en Harare.
En una conversación telefónica con su par de Tanzania, Bernard Membe, Steinmeier elogió los esfuerzos de la presidencia pro tempore de la UA por organizar un encuentro con los presidentes de ocho organizaciones regionales y países vecinos para debatir la situación en Zimbabwe.
En la reunión, que la UA espera realizar esta semana, se analizarán, según Membe, medidas para controlar la epidemia de cólera así como también la forma de superar el bloqueo político en Zimbabwe.
Tras las controvertidas elecciones de marzo, el Presidente Robert Mugabe y su opositor Morgan Tsvangirai, del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), discuten sobre la implementación de un acuerdo sobre el reparto de poder.
Mientras, el país se hunde cada vez más en la pobreza y la miseria. Según datos del viernes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), oficialmente son 793 las muertes registradas por cólera, mientras que la cantidad de personas infectadas alcanza las 16.700.
"La situación en Zimbabwe es insostenible. La cantidad de personas que son víctimas de la epidemia de cólera o se infectan aumenta diariamente rápido", indicó Steinmeier, según informó su oficina en Berlín.
La epidemia es otra confirmación trágica del fracaso de la política del presidente Mugabe. El jefe de Estado y su partido no deberían seguir obstaculizando la formación de un gobierno con capacidad de actuar, indicó el ministro alemán.
Entretanto, el embajador de Estados Unidos en Zimbabwe, James McGee, criticó el régimen de Mugabe. En una carta publicada hoy por el diario sudafricano Sunday Times, McGee acusó al presidente de repartir generosos regalos a personas leales a su partido y desatender al pueblo de Zimbabwe.
"El hambre en Zimbabwe, la epidemia de cólera y el colapso del sistema de salud no son el resultado de sanciones", escribió McGee. Más bien se deben a decisiones de líderes individuales, que anteponen sus intereses personales a los del pueblo.
En una conversación telefónica con su par de Tanzania, Bernard Membe, Steinmeier elogió los esfuerzos de la presidencia pro tempore de la UA por organizar un encuentro con los presidentes de ocho organizaciones regionales y países vecinos para debatir la situación en Zimbabwe.
En la reunión, que la UA espera realizar esta semana, se analizarán, según Membe, medidas para controlar la epidemia de cólera así como también la forma de superar el bloqueo político en Zimbabwe.
Tras las controvertidas elecciones de marzo, el Presidente Robert Mugabe y su opositor Morgan Tsvangirai, del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), discuten sobre la implementación de un acuerdo sobre el reparto de poder.
Mientras, el país se hunde cada vez más en la pobreza y la miseria. Según datos del viernes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), oficialmente son 793 las muertes registradas por cólera, mientras que la cantidad de personas infectadas alcanza las 16.700.
"La situación en Zimbabwe es insostenible. La cantidad de personas que son víctimas de la epidemia de cólera o se infectan aumenta diariamente rápido", indicó Steinmeier, según informó su oficina en Berlín.
La epidemia es otra confirmación trágica del fracaso de la política del presidente Mugabe. El jefe de Estado y su partido no deberían seguir obstaculizando la formación de un gobierno con capacidad de actuar, indicó el ministro alemán.
Entretanto, el embajador de Estados Unidos en Zimbabwe, James McGee, criticó el régimen de Mugabe. En una carta publicada hoy por el diario sudafricano Sunday Times, McGee acusó al presidente de repartir generosos regalos a personas leales a su partido y desatender al pueblo de Zimbabwe.
"El hambre en Zimbabwe, la epidemia de cólera y el colapso del sistema de salud no son el resultado de sanciones", escribió McGee. Más bien se deben a decisiones de líderes individuales, que anteponen sus intereses personales a los del pueblo.