Anastasia Mazzone "Me gané ser la protagonista"


Confiesa 28 años, una adolescencia al borde de la anorexia y una colección de piropos. Su novio, Leonardo Padrón, le escribió su primera heroína de telenovela: Kotufa, protagonista de La vida entera, el nuevo drama estelar de Venevisión



Anastasia Mazzone "Me gané ser la protagonista"
Sí, es así de bella en persona. Aún con la cara lavada que deja al descubierto esa leve cicatriz en su barbilla. "Me la hice en una caída que sufrí de niña", explica sonriente mientras evoca lo que fue su infancia en una casa de Alto Prado. Desde su intimidante metro 76 de estatura y sus hipnotizantes ojos grises, la venezolana, de ancestros napolitanos, Anastasia Mazzone, conversó con Estampas sobre lo que significa protagonizar La vida entera, la nueva novela estelar de Venevisión escrita por su novio: Leonardo Padrón, acaso su más fiel descubridor, artífice de los dramas urbanos que han mantenido los numeritos del rating a favor del Canal de la Colina en el prime time. Julieta Torres, alias Kotufa (que recibe por su adicción a las cotufas), es el nombre de la heroína que le toca delinear a la actriz en esta oportunidad. Se trata de una estudiante de comunicación social que se enamora del objeto de estudio de su tesis de grado: el periodista Salvador Duque (Jorge Reyes). Una guerrera, propia de Padrón, que mantiene económicamente a su abuela Primitiva (Tania Sarabia) y a su hermanito Daniel (Carlos Da Gama). En la vida real, la historia de Mazzone ha sido harto contada en la prensa local: hace poco más de tres años, estaba instalada en París junto a su madre, Josefina Macías, y su hermana gemela, Ana María Mazzone, quienes aún se encuentran en la llamada Ciudad Luz. En ese entonces, una fugaz visita que hiciera la muchacha a estas tierras le permitió conocer a Padrón, razón por la que dejó todo en stand by en el viejo continente y comenzó una inesperada carrera televisiva que arrancó con un par de roles secundarios: la inocente Kimberly de Ciudad Bendita, en 2006, y la malvada Isabela de Arroz con leche, en 2007. Con agradable fluidez y un inteligente sentido del humor, la actriz dejó claro que no le gustan las etiquetas y que es amante, por sobre todas las cosas, de la "gente de verdad, verdad". Todos los días le reza a la Divina Pastora porque su familia en Europa esté bien protegida y porque sus roles tengan credibilidad. Paralelamente y, según cuenta en son de broma, le coloca también una velita a Gaby Espino -quien ha fungido recientemente un poco como su asesora de imagen- para poder comer lo que se le antoje sin someterse a dietas radicales.
Miércoles, 7 de Enero 2009
El Universal, Venezuela
           


Nuevo comentario:

Noticias | Política | Ideas | Personalidades | Doctrinas | Cultura | Patrimonio cultural | Libros | Diálogo | Investigación | Literatura | Artes | Educación | Comunicación | Ciencia | Entretenimiento | Turismo | Sociedad | Deporte