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Política
Un avión ruso Il-20
Espera que Rusia no acabe por imponerle sanciones que vayan más allá, como prohibir a las naves israelíes acercarse a la bases rusas del este de Siria, ya que ese escenario no permitiría a la Fuerza Aérea de Israel acceder a los territorios del norte de Siria.
Según Haaretz, otras de las medidas que podría adoptar Moscú para responder a Israel por el derribo del Il-20 sería crear una zona de seguridad por la que las tropas sirias leales a Damasco y Hizbulá pudiesen transitar y permitir a Irán fortalecer su presencia en la región.
No obstante, el periódico recuerda también que el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, quiso apaciguar los ánimos advirtiendo que la relación entre Israel y Rusia es buena porque se han mantenido negociaciones entre él, altos diplomáticos rusos y el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Prueba de esa buena relación es también que se enviase a Moscú una delegación encabezada por el comandante de la Fuerza Aérea israelí, Amikam Norkin. Para el ministro de Exteriores, esas mismas reuniones demuestran que Israel está en una situación incómoda debido a la tragedia.
Haaretz subraya que durante los últimos años Israel se ha acostumbrado a moverse a sus anchas por el frente norte de Siria y que su actividad en la región se ha vuelto cada vez más peligrosa.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó el 17 de septiembre sobre la pérdida de comunicación con el Il-20 ruso, que se encontraba a 35 kilómetros de la costa mediterránea. Según el organismo, al mismo tiempo, cuatro cazas israelíes F-16 atacaban objetivos sirios en Latakia. Los pilotos israelíes usaron al Il-20 como escudo del ataque de la defensa antiaérea siria, que derribó la aeronave de reconocimiento rusa mediante un misil S-200. Quince militares del país euroasiático perdieron la vida.
Según Haaretz, otras de las medidas que podría adoptar Moscú para responder a Israel por el derribo del Il-20 sería crear una zona de seguridad por la que las tropas sirias leales a Damasco y Hizbulá pudiesen transitar y permitir a Irán fortalecer su presencia en la región.
No obstante, el periódico recuerda también que el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, quiso apaciguar los ánimos advirtiendo que la relación entre Israel y Rusia es buena porque se han mantenido negociaciones entre él, altos diplomáticos rusos y el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Prueba de esa buena relación es también que se enviase a Moscú una delegación encabezada por el comandante de la Fuerza Aérea israelí, Amikam Norkin. Para el ministro de Exteriores, esas mismas reuniones demuestran que Israel está en una situación incómoda debido a la tragedia.
Haaretz subraya que durante los últimos años Israel se ha acostumbrado a moverse a sus anchas por el frente norte de Siria y que su actividad en la región se ha vuelto cada vez más peligrosa.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó el 17 de septiembre sobre la pérdida de comunicación con el Il-20 ruso, que se encontraba a 35 kilómetros de la costa mediterránea. Según el organismo, al mismo tiempo, cuatro cazas israelíes F-16 atacaban objetivos sirios en Latakia. Los pilotos israelíes usaron al Il-20 como escudo del ataque de la defensa antiaérea siria, que derribó la aeronave de reconocimiento rusa mediante un misil S-200. Quince militares del país euroasiático perdieron la vida.
