Mujeres marroquíes manifestándose contra el artículo 475 del código penal.
El suicidio el pasado 10 de marzo de Amina Al Filali, una joven campesina de 16 años, que se quitó la vida con matarratas, conmocionó a la opinión pública marroquí e internacional.
Las asociaciones feministas se han movilizado, y la cuestión fue evocada por el gobierno, que habían deplorado enérgicamente este acto de desesperación de una colegial empujada a suicidarse por la ley y por la sociedad.
Pero el artículo de la ley que autoriza este tipo de matrimonio impuesto a una menor sigue en vigor. Desde 2010 son varios los partidos políticos que se dicen favorables a su anulación y no pasa un día sin que los testimonios llenen las páginas de los diarios.
La ministra de la Mujer, la Familia y el Desarrollo social, Bassima Hakkaui, mencionó el martes en el Parlamento que se estaban llevando a cabo consultas para agravar las penas en los casos de violaciones. "El lugar de un violador es la cárcel (...) porque atenta contra la integridad del cuerpo de la mujer", dijo.
En Marruecos, la violación se castiga con varios años de cárcel. A menos que la víctima y su agresor se casen, lo que lo protege de la justicia.
Pero Hakkaui, la única mujer ministra del nuevo gobierno islamista, no evocó la derogación del artículo en cuestión, ni la anulación de otros textos del Código de la Familia denunciados por la ONG.
Dice preferir un amplio debate previo, como sobre otros dos temas de sociedad íntimamente vinculados: el matrimonio de menores y el aborto.
Tras el suicidio de Amina el 10 de marzo, el portavoz del gobierno y ministro de Comunicación, Mustafa El Jalfi, había subrayado: "No podemos ignorar este drama. Hay que estudiar la situación de forma profundizada con la posibilidad de agravar las penas en el marco de una reforma del artículo (475 del Código Penal, NDLR)".
Desde entonces, la ONG internacional Avaaz lanzó una petición firmada hasta ahora por 800.000 internautas. Espera obtener el millón de firmas para hacer avanzar al gobierno.
La petición pide "la abrogación del artículo 475 y la adopción de una legislación global de lucha contra la violencia contra las mujeres" en Marruecos, de acuerdo con el texto de la nueva Constitución adoptada en julio.
"Para cambiar la ley en cuestiones tan delicadas en una sociedad muy tradicional haría falta al menos una señal implícita del rey", indicó a la AFP bajo cubierto de anonimato un médico ginecólogo de Rabat.
El gobierno de momento avanza poco a poco, destacando "el peso de las familias y del entorno inmediato".
Hakkaui había relativizado la gravedad del matrimonio de la adolescente con su violador, provocando la furia de las organizaciones feministas en este país musulmán.
"No hay que olvidar la naturaleza de nuestra sociedad. Dicho de otra forma, hay que tomar en cuenta a las familias y al entorno inmediato de la violada, sea menor o mayor", había declarado la ministra de la Mujer.
Sin embargo, las últimas declaraciones de Hakkaui a los diputados han suscitado cierta esperanza entre las feministas.
"Creo que la ministra está en la dirección correcta para un diálogo con el movimiento de las mujeres (...). Esperamos actos", declaró el viernes a la AFP Fauzia Assuli, presidente de la Federación de la Liga Democrática de los Derechos de las Mujeres.
Las asociaciones feministas se han movilizado, y la cuestión fue evocada por el gobierno, que habían deplorado enérgicamente este acto de desesperación de una colegial empujada a suicidarse por la ley y por la sociedad.
Pero el artículo de la ley que autoriza este tipo de matrimonio impuesto a una menor sigue en vigor. Desde 2010 son varios los partidos políticos que se dicen favorables a su anulación y no pasa un día sin que los testimonios llenen las páginas de los diarios.
La ministra de la Mujer, la Familia y el Desarrollo social, Bassima Hakkaui, mencionó el martes en el Parlamento que se estaban llevando a cabo consultas para agravar las penas en los casos de violaciones. "El lugar de un violador es la cárcel (...) porque atenta contra la integridad del cuerpo de la mujer", dijo.
En Marruecos, la violación se castiga con varios años de cárcel. A menos que la víctima y su agresor se casen, lo que lo protege de la justicia.
Pero Hakkaui, la única mujer ministra del nuevo gobierno islamista, no evocó la derogación del artículo en cuestión, ni la anulación de otros textos del Código de la Familia denunciados por la ONG.
Dice preferir un amplio debate previo, como sobre otros dos temas de sociedad íntimamente vinculados: el matrimonio de menores y el aborto.
Tras el suicidio de Amina el 10 de marzo, el portavoz del gobierno y ministro de Comunicación, Mustafa El Jalfi, había subrayado: "No podemos ignorar este drama. Hay que estudiar la situación de forma profundizada con la posibilidad de agravar las penas en el marco de una reforma del artículo (475 del Código Penal, NDLR)".
Desde entonces, la ONG internacional Avaaz lanzó una petición firmada hasta ahora por 800.000 internautas. Espera obtener el millón de firmas para hacer avanzar al gobierno.
La petición pide "la abrogación del artículo 475 y la adopción de una legislación global de lucha contra la violencia contra las mujeres" en Marruecos, de acuerdo con el texto de la nueva Constitución adoptada en julio.
"Para cambiar la ley en cuestiones tan delicadas en una sociedad muy tradicional haría falta al menos una señal implícita del rey", indicó a la AFP bajo cubierto de anonimato un médico ginecólogo de Rabat.
El gobierno de momento avanza poco a poco, destacando "el peso de las familias y del entorno inmediato".
Hakkaui había relativizado la gravedad del matrimonio de la adolescente con su violador, provocando la furia de las organizaciones feministas en este país musulmán.
"No hay que olvidar la naturaleza de nuestra sociedad. Dicho de otra forma, hay que tomar en cuenta a las familias y al entorno inmediato de la violada, sea menor o mayor", había declarado la ministra de la Mujer.
Sin embargo, las últimas declaraciones de Hakkaui a los diputados han suscitado cierta esperanza entre las feministas.
"Creo que la ministra está en la dirección correcta para un diálogo con el movimiento de las mujeres (...). Esperamos actos", declaró el viernes a la AFP Fauzia Assuli, presidente de la Federación de la Liga Democrática de los Derechos de las Mujeres.