El Frente Democrático Revolucionario de los Pueblos Etíopes (FDRPE) ya está seguro de conseguir al menos 442 de los 547 escaños, afirmó el presidente de la comisión electoral, Merga Bekena.
El primer ministro etíope, Hailemariam Desalegn, que había sucedido a Meles Zenawi tras su muerte en 2012, debería, por tanto, seguir en el cargo.
El resultado de las elecciones del domingo, las primeras desde la muerte de Meles, que presidió el país durante más de 20 años, no ofrecía más incógnita que la magnitud de la victoria del FDRPE.
La coalición, que domina la vida política de Etiopía desde hace un cuarto de siglo, ya había vencido en las elecciones de 2010, dejando escapar tan sólo dos escaños, que consiguieron un candidato opositor y otro independiente.
Este año, el único diputado de la oposición no se presentaba a las elecciones, y los comicios se habían aplazado sine die en la circunscripción del único candidato independiente.
Los partidos de oposición denunciaron una campaña electoral controlada por el poder, afirmando que las fuerzas de seguridad acosaron a sus candidatos.