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Política
La nueva legislación deroga la Ley 23 "De Museos Municipales", del 18 de mayo de 1979, y es abarcadora para todas estas instituciones en el país.
Integrada por cinco capítulos, la referida norma no conlleva inversiones, por lo cual las implicaciones económicas no se prevén y se encuentran en el presupuesto del Estado.
De acuerdo con el artículo tres, el Sistema Nacional de Museos es el mecanismo de integración y promoción de la cultura, que tiene como finalidad lograr la protección, conservación y divulgación del patrimonio cubano.
Tiene, según el artículo ocho de la Ley presentada por el ministro de Cultura Abel Prieto, la responsabilidad de incrementar sistemáticamente sus fondos y colecciones, y está autorizado a recibir donaciones, herencias, legados y hallazgos.
La Disposición Transitoria de esta normativa deja establecida la obligación de toda persona jurídica que posea museo de declararlo ante el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural en el término de seis meses.
Los museos en Cuba tienen sus orígenes en el coleccionismo privado desarrollado desde las primeras décadas del siglo XIX a partir del atesoramiento por parte de sectores económicamente fuertes de objetos de uso, religiosos y artísticos.
Un grupo de científicos con intereses naturalistas fueron los primeros motivados a mostrar sus colecciones a un público mucho más amplio que el círculo social y profesional.
De esa manera, surgió en 1842 el Museo de Ciencias Naturales Felipe Poey, de la Universidad de La Habana, y el 13 de abril de 1874 el actual Museo de las Ciencias Carlos J. Finlay, de la Academia de Ciencias.
Al triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, existían en Cuba 12 museos y durante estos 50 años se crearon 304 nuevos, donde se preserva el legado histórico y cultural de la isla.
Integrada por cinco capítulos, la referida norma no conlleva inversiones, por lo cual las implicaciones económicas no se prevén y se encuentran en el presupuesto del Estado.
De acuerdo con el artículo tres, el Sistema Nacional de Museos es el mecanismo de integración y promoción de la cultura, que tiene como finalidad lograr la protección, conservación y divulgación del patrimonio cubano.
Tiene, según el artículo ocho de la Ley presentada por el ministro de Cultura Abel Prieto, la responsabilidad de incrementar sistemáticamente sus fondos y colecciones, y está autorizado a recibir donaciones, herencias, legados y hallazgos.
La Disposición Transitoria de esta normativa deja establecida la obligación de toda persona jurídica que posea museo de declararlo ante el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural en el término de seis meses.
Los museos en Cuba tienen sus orígenes en el coleccionismo privado desarrollado desde las primeras décadas del siglo XIX a partir del atesoramiento por parte de sectores económicamente fuertes de objetos de uso, religiosos y artísticos.
Un grupo de científicos con intereses naturalistas fueron los primeros motivados a mostrar sus colecciones a un público mucho más amplio que el círculo social y profesional.
De esa manera, surgió en 1842 el Museo de Ciencias Naturales Felipe Poey, de la Universidad de La Habana, y el 13 de abril de 1874 el actual Museo de las Ciencias Carlos J. Finlay, de la Academia de Ciencias.
Al triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, existían en Cuba 12 museos y durante estos 50 años se crearon 304 nuevos, donde se preserva el legado histórico y cultural de la isla.
