"Planeamos establecer un fondo soberano de 2 billones de dólares (...) con parte de los activos que se obtendrán de la venta de esta pequeña fracción de Aramco", dijo el vicepríncipe heredero Mohamed ben Salman en una entrevista televisiva concedida a la cadena Al Arabiya.
La entrevista fue difundida poco después de que el Consejo de Ministros presidido por el rey Salman adoptara el plan.
El vicepríncipe heredero afirmó que se trata del "mayor fondo soberano del mundo".
El joven vicepríncipe de 30 años, encargado de llevar a cabo el nuevo plan económico bautizado como "Visión Saudita con perspectiva hacia 2030", defiende que la apertura de Aramco al capital local y extranjero va a asegurar "la transparencia" en la gestión.
"Vendiendo solo el 5% de Aramco haríamos la salida en bolsa más grande del mundo", señaló.
El objetivo de las reformas es diversificar la economía del reino, muy dependiente de la renta petrolera, mermada por el bajo nivel de los precios.
Para el vicepríncipe heredero, este plan tiene como objetivo que su país pueda vivir sin depender del petróleo en 2020.
El plan también incluye privatizaciones y reformas para mejorar la eficiencia, anunció Salman.
"En Arabia Saudita hemos desarrollado una adicción al petróleo y esto es peligroso y ha perjudicado el desarrollo de muchos sectores en los últimos años", dijo.
Durante décadas, Arabia Saudita, el mayor exportador del mundo, ha disfrutado de la enorme renta petrolera que le otorgaban sus reservas fácilmente explotables.
Con estos ingresos, el país cuenta con enormes reservas para su economía y otorga a sus 28 millones de nacionales un sistema de empleo estatal generoso, muchos beneficios sociales y servicios subsidiados.
Pero los analistas han advertido que el sistema saudita, que obtiene del crudo cerca del 70% de los ingresos estatales, es muy burocrático e ineficiente, lo que hace que la economía sea vulnerable.
El desplome de los precios del petróleo, que pasaron de operar a cerca de 100 dólares el barril a principios de 2014 a un nivel de 40 dólares este mes, ha acentuado las amenazas.
En 2015, Riad registró un déficit récord y para este año calcula que le faltarán unos 87.000 millones de dólares para equilibrar el presupuesto por lo que el gobierno decidió establecer un alza en los precios del crudo nunca antes vista, de hasta un 80%, imponiendo además recortes de los subsidios para la electricidad y otros servicios.
En el reino, donde la política es férreamente controlada por la monarquía, emergen voces críticas en las redes sociales, ante la creciente preocupación sobre la situación financiera.
Las reservas fiscales también cayeron a su peor nivel de los últimos cuatro años en 2015, a 611.900 millones de dólares.
Sin embargo, estas reservas siguen estando entre las más altas del mundo y la actual caída de los precios del petróleo se debe en gran medida a la estrategia impulsada por Riad en la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo) de inundar el mercado para evitar la entrada de competidores como los productores de gas de esquisto estadounidenses.
La entrevista fue difundida poco después de que el Consejo de Ministros presidido por el rey Salman adoptara el plan.
El vicepríncipe heredero afirmó que se trata del "mayor fondo soberano del mundo".
El joven vicepríncipe de 30 años, encargado de llevar a cabo el nuevo plan económico bautizado como "Visión Saudita con perspectiva hacia 2030", defiende que la apertura de Aramco al capital local y extranjero va a asegurar "la transparencia" en la gestión.
"Vendiendo solo el 5% de Aramco haríamos la salida en bolsa más grande del mundo", señaló.
El objetivo de las reformas es diversificar la economía del reino, muy dependiente de la renta petrolera, mermada por el bajo nivel de los precios.
Para el vicepríncipe heredero, este plan tiene como objetivo que su país pueda vivir sin depender del petróleo en 2020.
El plan también incluye privatizaciones y reformas para mejorar la eficiencia, anunció Salman.
"En Arabia Saudita hemos desarrollado una adicción al petróleo y esto es peligroso y ha perjudicado el desarrollo de muchos sectores en los últimos años", dijo.
Durante décadas, Arabia Saudita, el mayor exportador del mundo, ha disfrutado de la enorme renta petrolera que le otorgaban sus reservas fácilmente explotables.
Con estos ingresos, el país cuenta con enormes reservas para su economía y otorga a sus 28 millones de nacionales un sistema de empleo estatal generoso, muchos beneficios sociales y servicios subsidiados.
- Una economía vulnerable -
Pero los analistas han advertido que el sistema saudita, que obtiene del crudo cerca del 70% de los ingresos estatales, es muy burocrático e ineficiente, lo que hace que la economía sea vulnerable.
El desplome de los precios del petróleo, que pasaron de operar a cerca de 100 dólares el barril a principios de 2014 a un nivel de 40 dólares este mes, ha acentuado las amenazas.
En 2015, Riad registró un déficit récord y para este año calcula que le faltarán unos 87.000 millones de dólares para equilibrar el presupuesto por lo que el gobierno decidió establecer un alza en los precios del crudo nunca antes vista, de hasta un 80%, imponiendo además recortes de los subsidios para la electricidad y otros servicios.
En el reino, donde la política es férreamente controlada por la monarquía, emergen voces críticas en las redes sociales, ante la creciente preocupación sobre la situación financiera.
Las reservas fiscales también cayeron a su peor nivel de los últimos cuatro años en 2015, a 611.900 millones de dólares.
Sin embargo, estas reservas siguen estando entre las más altas del mundo y la actual caída de los precios del petróleo se debe en gran medida a la estrategia impulsada por Riad en la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo) de inundar el mercado para evitar la entrada de competidores como los productores de gas de esquisto estadounidenses.