El parlamento adoptó, por aplastante mayoría, una revisión de la Constitución que establece que el tamazight es a partir de ahora una "lengua oficial" mientras el árabe sigue siendo "la lengua nacional y oficial del Estado".
El tamazight, con sus diferentes variantes, es hablado por unos 10 millones de personas, es decir una cuarta parte de la población de Argelia.
Por su lado, el francés, que suele ser comúnmente hablado, no tiene ningún estatuto oficial y se enseña en las escuelas como idioma extranjero.
El Alto Comisionado de la Amazighidad (HCA), un organismo oficial encargado desde 1995 de la promoción de la lengua bereber, se felicitó de la oficialización del tamazight (femenino de amazigh, vocablo con el que se autodenomina un bereber).
Esta medida prevé la creación de una Academia tamazight, encargada de promover esta lengua.
El tamazight había sido hasta ahora una lengua no reconocida y sus militantes eran perseguidos en este país dirigido por un partido único que había optado por unir a su pueblo bajo el estandarte del arabismo.
En 1980, el tema emergió tras manifestaciones violentamente reprimidas en la región de la Cabilia, en el norte de Argelia, donde se concentra la mayor parte de la población bereber.
A partir de los años 1990, el Estado mostró cierta apertura ante las reivindicaciones identitarias y lingüísticas de esta población.
La enseñanza del tamazight fue introducida en los establecimientos escolares en 1995 en algunas regiones del país donde el bereber es la lengua materna.
En 2002, tras sangrientos disturbios en esta región que causaron 126 muertos, la lengua fue reconocida como segunda "lengua materna", por decisión del presidente Abdelaziz Bouteflika.
Seis años antes, en 1996, la amazighidad había sido reconocida en la nueva Constitución como parte integrante de la identidad nacional, junto al islam y el arabismo.
En 2009, se lanzó una cadena de televisión con programas en lengua tamazight y sus variantes.
Pero más de 20 años después de la creación del HCA, su enseñanza se lleva a cabo solamente en 22 de los 48 departamentos del país, según estadísticas de este organismo.
Su oficialización tardará a la espera de su uniformización, y de un consenso sobre su transcripción, objeto de controversia entre los partidarios de los caracteres bereberes (autenticidad) o árabes (islamidad).
Aunque este reconocimiento del tamazight era reclamado desde hace décadas, su oficialización no ha dejado a todos contentos, ya que sus más feroces defensores exigían la total "paridad" con el árabe.
Según éstos, la nueva Constitución debió instaurar "la paridad de las lenguas árabe y tamazight para acabar con un cisma" que dura desde el período de la colonización francesa de Argelia (1830/1962).
El texto constitucional "refleja una aberrante jerarquía que mantiene al tamazight en una dimensión de estigma lingüístico". "Este estatuto de lengua oficial excluida del Estado tiene un insoportable aroma colonial" se lamenta Hend Sadi, un militante histórico de la lengua bereber.
El tamazight, con sus diferentes variantes, es hablado por unos 10 millones de personas, es decir una cuarta parte de la población de Argelia.
Por su lado, el francés, que suele ser comúnmente hablado, no tiene ningún estatuto oficial y se enseña en las escuelas como idioma extranjero.
El Alto Comisionado de la Amazighidad (HCA), un organismo oficial encargado desde 1995 de la promoción de la lengua bereber, se felicitó de la oficialización del tamazight (femenino de amazigh, vocablo con el que se autodenomina un bereber).
Esta medida prevé la creación de una Academia tamazight, encargada de promover esta lengua.
El tamazight había sido hasta ahora una lengua no reconocida y sus militantes eran perseguidos en este país dirigido por un partido único que había optado por unir a su pueblo bajo el estandarte del arabismo.
En 1980, el tema emergió tras manifestaciones violentamente reprimidas en la región de la Cabilia, en el norte de Argelia, donde se concentra la mayor parte de la población bereber.
- Reivindicación lingüística -
A partir de los años 1990, el Estado mostró cierta apertura ante las reivindicaciones identitarias y lingüísticas de esta población.
La enseñanza del tamazight fue introducida en los establecimientos escolares en 1995 en algunas regiones del país donde el bereber es la lengua materna.
En 2002, tras sangrientos disturbios en esta región que causaron 126 muertos, la lengua fue reconocida como segunda "lengua materna", por decisión del presidente Abdelaziz Bouteflika.
Seis años antes, en 1996, la amazighidad había sido reconocida en la nueva Constitución como parte integrante de la identidad nacional, junto al islam y el arabismo.
En 2009, se lanzó una cadena de televisión con programas en lengua tamazight y sus variantes.
Pero más de 20 años después de la creación del HCA, su enseñanza se lleva a cabo solamente en 22 de los 48 departamentos del país, según estadísticas de este organismo.
Su oficialización tardará a la espera de su uniformización, y de un consenso sobre su transcripción, objeto de controversia entre los partidarios de los caracteres bereberes (autenticidad) o árabes (islamidad).
Aunque este reconocimiento del tamazight era reclamado desde hace décadas, su oficialización no ha dejado a todos contentos, ya que sus más feroces defensores exigían la total "paridad" con el árabe.
Según éstos, la nueva Constitución debió instaurar "la paridad de las lenguas árabe y tamazight para acabar con un cisma" que dura desde el período de la colonización francesa de Argelia (1830/1962).
El texto constitucional "refleja una aberrante jerarquía que mantiene al tamazight en una dimensión de estigma lingüístico". "Este estatuto de lengua oficial excluida del Estado tiene un insoportable aroma colonial" se lamenta Hend Sadi, un militante histórico de la lengua bereber.