
Bashar Al Asad
Estas declaraciones llegan días después de que Israel llevara a cabo ataques en Siria que, según el Estado hebreo, tenían como blanco armas iraníes destinadas al Hezbolá.
El diario, que cita a libaneses que hablaron con al Asad en Damasco, afirma que el presidente sirio "decidió darle todo" al Hezbolá, pero no entra en detalles.
"Por primera vez, sentimos que ellos y nosotros vivíamos la misma situación y que no son sólo aliados a los que apoyamos", añadió, expresando "su confianza, su satisfacción y enorme gratitud hacia el Hezbolá".
El movimiento chiita reconoció recientemente que había enviado combatientes a luchar junto a las tropas sirias, sobre todo en Quseir, cerca de la frontera libanesa.
En 2006, una guerra opuso el Hezbolá (apoyado por Irán y punta de lanza de la "resistencia") a Israel. Asad afirmó que quiere "acercarse (al Hezbolá) y transformarnos en un país de resistencia como el Hezbolá, y eso para salvaguardar a Siria y a las generaciones futuras".
Siria habría podido responder "fácilmente" a los ataques israelíes perpetrados el viernes y el domingo cerca de Damasco "lanzando varios cohetes contra Israel", prosiguió, pero "queremos una revancha estratégica abriendo la puerta a la resistencia y haciendo de toda Siria un país de resistencia".
Asad acusó de nuevo a los rebeldes de ser "soldados" de Israel. El régimen sirio llama "terroristas" a los insurgentes.
El régimen sirio y los rebeldes se enfrentan en una guerra que ya causó -según la ONU- más de 70.000 muertos.
El diario, que cita a libaneses que hablaron con al Asad en Damasco, afirma que el presidente sirio "decidió darle todo" al Hezbolá, pero no entra en detalles.
"Por primera vez, sentimos que ellos y nosotros vivíamos la misma situación y que no son sólo aliados a los que apoyamos", añadió, expresando "su confianza, su satisfacción y enorme gratitud hacia el Hezbolá".
El movimiento chiita reconoció recientemente que había enviado combatientes a luchar junto a las tropas sirias, sobre todo en Quseir, cerca de la frontera libanesa.
En 2006, una guerra opuso el Hezbolá (apoyado por Irán y punta de lanza de la "resistencia") a Israel. Asad afirmó que quiere "acercarse (al Hezbolá) y transformarnos en un país de resistencia como el Hezbolá, y eso para salvaguardar a Siria y a las generaciones futuras".
Siria habría podido responder "fácilmente" a los ataques israelíes perpetrados el viernes y el domingo cerca de Damasco "lanzando varios cohetes contra Israel", prosiguió, pero "queremos una revancha estratégica abriendo la puerta a la resistencia y haciendo de toda Siria un país de resistencia".
Asad acusó de nuevo a los rebeldes de ser "soldados" de Israel. El régimen sirio llama "terroristas" a los insurgentes.
El régimen sirio y los rebeldes se enfrentan en una guerra que ya causó -según la ONU- más de 70.000 muertos.