"Saludamos cualquier incremento de la presencia rusa en el Mediterráneo oriental y sobre todo en las costas y puertos sirios", dijo.
Rusia dispone de una base militar en el puerto de Tartús (220 km al noroeste de Damasco). Creada por un acuerdo soviético-sirio de 1971, la base sirve en la actualidad de punto de aprovisionamiento técnico de la marina rusa, según Moscú, que mantiene presencia naval en el Mediterráneo desde el inicio de la guerra en Siria hace cuatro años.
"La presencia rusa en varias regiones del mundo, en el Mediterráneo oriental y el puerto de Tartús en particular, es necesaria para restablecer un equilibrio que el mundo perdió tras el desmantelamiento de la Unión Soviética", subrayó.
"Para nosotros cuanto más importante sea esta presencia, mejor para la estabilidad de la región" añadió Asad.
Moscú y Damasco cerraron a mediados de los años 1950 acuerdos de cooperación militar y económica. A mediados de los años 1980 había más de 6.000 consejeros militares soviéticos en el país, y varias bases de misiles.
Tras la incertidumbre planteada por el desplome del imperio soviético, las relaciones entre ambos aliados volvieron a reafirmarse con la llegada al poder del actual mandatario ruso, Vladimir Putin.