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El presidente yemení y el emisario de la ONU lamentaron estos actos de violencia. El emisario de la ONU, Jamal Benomar, calificó estos atentados de "intento desesperado para hacer fracasar el diálogo".
En el primero de estos ataques, un delegado de los rebeldes chiitas del norte de Yemen que participaba en el proceso de transición nacional, Ahmad Sharafedin, fue asesinado en Saná por hombres armados, indicó a la AFP un responsable de seguridad.
"Hombres armados abrieron fuego contra Ahmad Sharafedin cuando iba en coche de su casa al hotel donde se llevan a cabo las reuniones", dijo el responsable a la AFP.
Se trata del segundo representante de los rebeldes zaiditas de Ansarulá, una rama del chiismo, en las negociaciones que muere asesinado, tras la muerte en noviembre del diputado Abdel Karim Jadban.
En el segundo atentado de este martes, horas después del primero, la explosión de un coche bomba hirió gravemente al hijo del secretario general del partido islamista Al Islah. "El ataque contra el padre, Abdel Wahab al Ansi, hirió a su hijo Omar", indicó un vocero de las fuerzas de seguridad.
A pesar de las negociaciones, siguen los combates en el norte del país entre rebeldes, tribus y fundamentalistas sunitas.
Los zaiditas son mayoritarios en el norte de Yemen pero a nivel nacional predominan los sunitas.
Yemen es el único país de la Primavera Árabe donde el levantamiento popular llevó a la salida negociada del antiguo presidente, Ali Abdalá Saleh.
El acuerdo de transición estableció un diálogo nacional entre todas las fuerzas políticas que debía terminar el pasado 18 de septiembre con la redacción de una nueva constitución y la convocatoria de elecciones generales.
Pero el diálogo se enfrenta a muchos obstáculos, entre ellos las demandas de autonomía del sur del país.
Tras la muerte de Sharafedin, el presidente yemení, Abd Rabbo Mansur Hadi, concurrió al lugar de las conversaciones. El mandatario indicó a los delegados que "el diálogo proseguirá y tendrá éxito", atribuyendo el atentado en el que murió Sharafedin a las "fuerzas del mal", en una referencia a quienes se oponen al diálogo.
No obstante, este martes se anunció un acuerdo sobre un documento final que servirá de referencia para elaborar una nueva Constitución que prevea un Estado federal.
Los delegados también acordaron que el mandato de Hadi culmine cuando se elija un nuevo presidente.
El acuerdo de este martes prevé que una comisión técnica de 17 miembros elabore la futura Carta Magna, y que luego se organice un referéndum sobre este texto. Posteriormente, Hadi tendrá un año para convocar elecciones generales y presidenciales.
Mientras tanto, el mandatario habrá de anunciar, cuando se cierre el diálogo nacional, cuántas regiones formarán el futuro Estado federal.
Un documento de trabajo adoptado el 24 de diciembre por los participantes en este diálogo, y aprobado posteriormente por todas las organizaciones que cuentan con representantes en las conversaciones, dejan a Hadi la posibilidad de formar dos regiones en el sur del país y cuatro en el norte, o dos grandes regiones (Norte y Sur). También puede preferir otras opciones, siempre y cuando cuenten con consenso a nivel nacional.
