Atrevida y sagaz: 200 años sin Jane Austen


Londres. - La pequeña mesa redonda del comedor en la que Jane Austen escribió sus famosas novelas sigue conservando un halo de misterio. A la escritora le gustaba ese lugar, al lado de la chimenea, porque la puerta chirriaba: señal de que tenía que esconder rápidamente sus manuscritos en el escote.



El billete de diez libras que llevará el retrato de Jane Austen
El billete de diez libras que llevará el retrato de Jane Austen
El martes se cumplen 200 años de la muerte de esta británica que en vida era conocida como la "señorita que escribe" y sobre la que aún hoy continúan generándose numerosos mitos. De ahí que precisamente con motivo del redondo aniversario, en su casa natal -el Jane Austen's House Museum- del condado de Hampshire y en muchos otros lugares siga buscándose a la "verdadera" Jane Austen.
En aquella casa situada en la localidad de Chawton, en el sur de Inglaterra, fue donde Jane vivió junto a su madre y su querida y única hermana, Cassandra. Y también fue allí donde escribió sus novelas: "Sentido y sensibilidad", "Orgullo y prejuicio", "La abadía de Northanger", "Mansfield Park", "Emma" o "Persuasión".
Sus obras, la mayoría centradas en el amor, los buenos modales y el dinero, se consideran clásicos de la literatura británica y han protagonizado varias adaptaciones al cine. "Creo que, con toda la vanidad posible, puedo decir de mi que soy la mujer menos formada e informada que jamás se atrevió a ser escritora", apuntó en una carta con su característica ironía.
Austen (1775-1817) pasó a la historia como una aguda y crítica observadora de la Inglaterra georgiana que le tocó vivir. Pero sigue llamando la atención que el material de sus novelas lo encontrara en su vida diaria: su infancia como séptima de los ocho hijos de un sacerdote anglicano, la cercanía a su padre -fallecido prematuramente-, la estrecha relación con Cassandra mientras el resto de las mujeres de la familia daban a luz a un bebé tras otro o la difícil relación de dependencia con su hermano mayor Edward, adoptado por unos pudientes familiares y que heredó todo. Dio a Jane, Cassandra y su madre un lugar donde vivir, pero muy modestamente.
"Chawton es como un escenario y los últimos años de Jane allí se leen como una de las historias de sus novelas", comentaba el "Daily Telegraph" con motivo del bicentenario. "Austen es sobre todo personal. Cada una de sus palabras está escrita con integridad, convicción y amor", afirmaba por su parte la escritora e historiadora Lucy Worsley, que acaba de publicar un nuevo libro sobre Jane Austen.
Para el director de su museo-casa natal, Andrew Constantine, la autora entendía a la perfección cómo aprovechar la "red social" que se tejía en torno a la poderosa iglesia de su época. "Conocía a todo el mundo y no se le pasaba ninguna conversación entre adultos o con sus hermanos mayores. Después, iba a su habitación y escribía las historias", cuenta a dpa. Así fue como nacieron personajes tan emblemáticos como "Mr" Darcy, Elizabeth Bennet o Emma Woodhouse.
Gillian Dow, directora de la vecina Chawton House Library -la casa de Edward Austen y donde hoy se archiva la obra de la escritora- trata de poner orden entre tanto mito. Con orgullo, presenta los manuscritos de sus obras teatrales tempranas, con tachones, correcciones y apuntes. "La familia alentó el mito de que era una escritora perfectísima y que lo hacía de corrido, pero trabajó y revisó duramente todos sus textos", sostiene.
Según Dow, la vigencia de Austen se debe a que supo crear personajes en los que cualquiera puede reconocerse y que no estaban exentos de imperfecciones. "Sus personajes son intemporales y su manera de expresarse, maravillosa", añade. Así, aunque las historias de Austen quedaron "olvidadas" durante el siglo XIX, "hoy en día es más popular que nunca desde su muerte".
Lo mismo opina Louise West, comisaria de la exposición "La misteriosa señorita Austen" en Winchester. "En aquel entonces, no era para nada inusual que una mujer escribiera. Pero Austen era un genio, su conocimiento de la psique masculina era fenomenal, y eso mucho antes de Sigmund Freud", explica a dpa.
Jane Austen tenía sólo 41 años cuando falleció tras un rápido deterioro de su salud (posteriormente se consideró que a causa de la enfermedad de Addison). En la catedral de Winchester, donde fue enterrada -no por su fama, sino por su estrecha relación con la iglesia- se celebran este año varios homenajes. En el epitafio no se mencionan explícitamente sus logros como escritora y tuvieron que pasar décadas para que el templo albergara una placa en su recuerdo. En los próximos meses, su rostro aparecerá en las nuevas monedas de diez peniques y dos libras.
Domingo, 16 de Julio 2017
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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