FORT HOOD, 6 noviembre 2009 (AFP) -
Un portavoz militar elevó esta mañana a 13 el balance de muertos e indicó que 30 personas están heridas, sin dar más detalles sobre el trágico ataque del jueves en el Centro de Preparación de Soldados de la base militar texana, donde los soldados son sometidos a revisiones médicas antes de partir en misión a Irak o Afganistán .
En una conferencia de prensa en la noche del jueves, el general Bob Cone, jefe de la base militar en Texas, informó que el asaltante, el comandante Nidal Malik Hasan, un musulmán de origen palestino y psiquiatra especializado en estrés postraumático, de 39 años, actuó solo y se encuentra hospitalizado en condiciones estables.
Según el Ejército, Hasan abrió fuego hacia las 13H30 locales (19H30 GMT) con dos armas cortas semiautomáticas en la base militar del tamaño de la ciudad de Nueva York, con casi cerca de 50.000 soldados.
El Pentágono difundió imágenes de heridos siendo evacuados en camillas y atendidos en ambulancias, mientras que comandos élite rodeaban un edifico, acompañados de perros.
El general Bob Cone rechazó excluir la hipótesis de un acto terrorista, "pero los elementos con los que contamos no se orientan en esa dirección", precisó.
Pese a que el Ejército no ha querido pronunciarse sobre el móvil del tiroteo, un primo del tirador aseguró a la televisión que el oficial se sentía acosado debido a su origen musulmán.
"Era víctima de acoso por parte de sus compañeros" en el Ejército, declaró Nader Hasan, quien agregó que su primo nació en Estados Unidos de padres palestinos.
Según su versión, el hombre había contratado a un abogado para retirarse del Ejército "pero había llegado al límite de sus posibilidades", declaró Nader Hasan, quien añadió que el oficial se había enterado recién de que iba a "ser desplegado en el terreno" en Irak.
Al advertir que el tirador tiene un nombre de connotación musulmana, una de las principales asociaciones musulmanas estadounidenses, Cair, condenó el tiroteo. "Ninguna ideología política o religiosa pueden justificar o excusar tal violencia gratuita y ciega", indicó en un comunicado.
El departamento de Seguridad Interior, a cargo de la lucha contra el terrorismo, indicó que aún era demasiado pronto para determinar el móvil del tiroteo y que todo está en investigación.
Durante una intervención en directo desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama calificó el hecho como un "horrible acto de violencia".
"Ver caer a esos bravos estadounidense en el campo de batalla en el extranjero ya es bastante difícil. Verlos tomados por blancos en una base militar y en suelo estadounidense es aterrador", dijo Obama.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo por su parte estar "profundamente afligido" por el sangriento tiroteo.
Esta matanza -en la que murieron más soldados estadounidenses que los caídos en octubre en Irak- no dejará de golpear a unas fuerzas armadas presionadas por los duros combates y las prolongadas misiones de doce meses consecutivos en Irak y Afganistán, con descansos de apenas 15 días.
Entre los soldados involucrados en incidentes en Irak o Afganistán, el promedio de quienes sufren el síndrome pos traumático pasó del 38 al 52% desde agosto de 2008.
En Washington, en tanto, senadores y representantes en el Congreso guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas. El gobernador de Texas, Rick Perry, ordenó izar hasta el domingo las banderas a media asta.
Situada en el centro de Texas, entre la capital Austin y la ciudad de Waco, Fort Hood es la mayor base del ejército estadounidense y cubre cerca de 880 km2, casi tanto como la ciudad de Nueva York, según se indica en su página web. Unos 50.000 soldados y 9.000 empleados civiles están destacados en ella.
"Los soldados y sus familias así como los civiles que trabajan aquí están destrozados", declaró el general Cone.
bur-ml
© 1994-2009 Agence France-Presse
Un portavoz militar elevó esta mañana a 13 el balance de muertos e indicó que 30 personas están heridas, sin dar más detalles sobre el trágico ataque del jueves en el Centro de Preparación de Soldados de la base militar texana, donde los soldados son sometidos a revisiones médicas antes de partir en misión a Irak o Afganistán .
En una conferencia de prensa en la noche del jueves, el general Bob Cone, jefe de la base militar en Texas, informó que el asaltante, el comandante Nidal Malik Hasan, un musulmán de origen palestino y psiquiatra especializado en estrés postraumático, de 39 años, actuó solo y se encuentra hospitalizado en condiciones estables.
Según el Ejército, Hasan abrió fuego hacia las 13H30 locales (19H30 GMT) con dos armas cortas semiautomáticas en la base militar del tamaño de la ciudad de Nueva York, con casi cerca de 50.000 soldados.
El Pentágono difundió imágenes de heridos siendo evacuados en camillas y atendidos en ambulancias, mientras que comandos élite rodeaban un edifico, acompañados de perros.
El general Bob Cone rechazó excluir la hipótesis de un acto terrorista, "pero los elementos con los que contamos no se orientan en esa dirección", precisó.
Pese a que el Ejército no ha querido pronunciarse sobre el móvil del tiroteo, un primo del tirador aseguró a la televisión que el oficial se sentía acosado debido a su origen musulmán.
"Era víctima de acoso por parte de sus compañeros" en el Ejército, declaró Nader Hasan, quien agregó que su primo nació en Estados Unidos de padres palestinos.
Según su versión, el hombre había contratado a un abogado para retirarse del Ejército "pero había llegado al límite de sus posibilidades", declaró Nader Hasan, quien añadió que el oficial se había enterado recién de que iba a "ser desplegado en el terreno" en Irak.
Al advertir que el tirador tiene un nombre de connotación musulmana, una de las principales asociaciones musulmanas estadounidenses, Cair, condenó el tiroteo. "Ninguna ideología política o religiosa pueden justificar o excusar tal violencia gratuita y ciega", indicó en un comunicado.
El departamento de Seguridad Interior, a cargo de la lucha contra el terrorismo, indicó que aún era demasiado pronto para determinar el móvil del tiroteo y que todo está en investigación.
Durante una intervención en directo desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama calificó el hecho como un "horrible acto de violencia".
"Ver caer a esos bravos estadounidense en el campo de batalla en el extranjero ya es bastante difícil. Verlos tomados por blancos en una base militar y en suelo estadounidense es aterrador", dijo Obama.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo por su parte estar "profundamente afligido" por el sangriento tiroteo.
Esta matanza -en la que murieron más soldados estadounidenses que los caídos en octubre en Irak- no dejará de golpear a unas fuerzas armadas presionadas por los duros combates y las prolongadas misiones de doce meses consecutivos en Irak y Afganistán, con descansos de apenas 15 días.
Entre los soldados involucrados en incidentes en Irak o Afganistán, el promedio de quienes sufren el síndrome pos traumático pasó del 38 al 52% desde agosto de 2008.
En Washington, en tanto, senadores y representantes en el Congreso guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas. El gobernador de Texas, Rick Perry, ordenó izar hasta el domingo las banderas a media asta.
Situada en el centro de Texas, entre la capital Austin y la ciudad de Waco, Fort Hood es la mayor base del ejército estadounidense y cubre cerca de 880 km2, casi tanto como la ciudad de Nueva York, según se indica en su página web. Unos 50.000 soldados y 9.000 empleados civiles están destacados en ella.
"Los soldados y sus familias así como los civiles que trabajan aquí están destrozados", declaró el general Cone.
bur-ml
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